Luz solar y temperatura

El sol es uno de los factores más importantes para que una planta de plátano tenga éxito. Las plantas prefieren sol brillante y estable, motivo por el cual los plátanos prosperan en ambientes tropicales y soleados. Si no encuentras una zona soleada , elige el punto más soleado posible, ya que las plantas dejan de producir frutos si tiene demasiada sombra. Las plantas también prefieren condiciones cálidas. Según la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos las plantas de plátano crecen mejor en lugares con temperaturas medias mensuales de 80 grados Fahrenheit (26,6 grados centígrados). Las plantas sometidas a todo lo que esté por encima de 98 °F (36,6 grados centígrados) corre el riesgo de quemarse. Las plantas también prefieren una temperatura nocturna promedio de 67 °F (19,4 grados centígrados).

Preparación del suelo y siembra

Los plátanos crecen mejor en suelo bien drenado. Empieza cavando un agujero dos veces más ancho y 150% más profundo que el contenedor en donde se encuentra la planta. Agrega varias pulgadas (cm) de estiércol como agente de fertilización. Con la planta centrada, llena el agujero con una mezcla de tierra que incluya unas pocas rocas. Es posible que desees utilizar una mezcla de tierra con rocas de lava y arena para simular las condiciones de cultivo de las plantaciones de Hawái. Las plantas también pueden crecer bien con una mezcla de suelo configurada para las palmas y los cactus porque el material es formulado para un buen drenaje. Busca mezclas de suelo con un alto nivel de nitrógeno y potasio, que los plátanos necesitan para prosperar. Abstente los suelos pesados arcillosos o de patio.

Fertilizar y regar

Los plátanos necesitan una gran cantidad de nutrientes y agua para crecer y prosperar. Los productores tienen varias opciones de fertilizantes. Puedes utilizar materiales orgánicos, tales como estiércol de vaca y gallina o cáscara de frijoles. Para un fertilizante simple, compra un abono equilibrado y aplícalo ligeramente cada vez que riegues. No fertilices la planta si ves el crecimiento del fruto. Las plantas también necesitan riego frecuente. Durante los meses cálidos, riega la planta cada dos o tres días. Prueba el suelo introduciendo tu dedo una media pulgada (1,27 cm) en la superficie de la tierra. Si está seca, riega la planta lentamente hasta que la media pulgada (1,27 cm) de prueba sea de tierra húmeda. Mientras que las plantas de plátano necesitan un riego regular, sufren de con un suelo anegado y estancado. Esta es la razón por la cual es importante empezar con un suelo bien drenado.

Cosecha

Los racimos de plátanos generalmente toman de tres a cinco meses para madurar en los climas cálidos y unos seis meses en zonas más templadas. El fruto de plátano maduro aún está verde, pero con un ligero matiz amarillo apenas perceptible. La fruta más baja en el racimo por lo general madura más rápido. Si las frutas más bajas ya se están volviendo amarillas, es tiempo de cosechar. También utiliza la forma de los plátanos como un indicador. Los frutos inmaduros son rectos y delgados en comparación con los plátanos maduros, que son gordos y curvos. La cosecha de los plátanos es generalmente un trabajo de al menos dos personas. Ten cuidado de no dejar que el racimo de plátanos, que normalmente es bastante pesado, caiga al suelo. Una persona debe sujetar el racimo y la otra hace un corte limpio a través del tallo con un cuchillo o una cortadora de árbol. El plátano seguirá madurando en el tallo, más rápido si están separados unos de otros.