Step 1

Espera un día claro y seco antes de hacer merengues, ya que el exceso de humedad en el aire puede evitar que las claras de huevo se batan adecuadamente.

Step 2

Controla la proporción de azúcar por clara de huevo de la receta. Usa dos cucharadas de azúcar de pastelería, la cual combina azúcar con almidón de maíz, para merengues blandos, ya que el almidón de maíz estabiliza las claras de huevo. Usa cuatro cucharadas de azúcar ultrafina cuando hagas merengues duros.

Step 3

Agrega 1/8 cucharadita de cremor tártaro por clara de huevo antes de batirlas a punto de turrón.

Step 4

Mezcla el azúcar solo una cucharada a la vez después de que las claras de huevo formen picos blandos que se encorvan cuando los levantas con el batidor desde la espuma, para merengues blandos o duros.

Step 5

Bate los merengues duros hasta que los picos del merengue queden parados rígidos en el extremo del batidor cuando lo retiras del bol y se sostengan al voltear boca abajo el bol. Mezcla los merengues blandos sólo hasta que los picos de la espuma en el extremo del batidor se doblen en la punta.

Step 6

Evita que el merengue se escurra espolvoreando tres o cuatro cucharadas de migas de pastel finas sobre el relleno de tarta caliente para absorber el exceso de humedad. Con una cuchara coloca el merengue sobre el relleno caliente y hornéalo en el horno precalentado.

Step 7

Hornea los merengues blandos en un horno precalentado de 425 a 450 grados Fahrenheit (218 a 232 grados centígrados) durante cinco minutos hasta que se doren los picos y los valles. Cocina los merengues duros durante toda la noche en un horno a temperatura más baja con la puerta ligeramente entreabierta para secarlos y hacerlos crujientes.