Métodos de congelación de quesos

Congelar el queso es una manera sencilla de almacenar cualquier cantidad extra del mismo.

Si tienes queso en tu refrigerador que no consumirás muy pronto, no lo malgastes. Quizás encontraste una oferta en la tienda o vas a ir de viaje y estás preocupada por la caducidad del queso para cuando regreses. Congelarlo es una manera sencilla de almacenar cualquier cantidad extra de queso sobrante en tu refrigerador y mantenerlo fresco durante más tiempo.

Step 1

Selecciona los quesos que no tengan bordes rotos o secos. El queso con grietas se hará añicos cuando se descongele.

Step 2

Rebana o ralla el queso. También lo puedes cortar en cuadrados o cubos de 1 libra (450 g).

Step 3

Coloca las rebanadas de queso entre piezas de papel encerado. Esto mantendrá las rebanadas sin pegarse una a otra. Coloca el papel encerado en un papel para hornear y después coloca una capa de queso rallado en el papel encerado.

Step 4

Coloca el queso rallado en el congelador y déjalo hasta que casi se congele. Toma la hoja para hornear fuera del congelador y coloca el queso rallado en una bolsa con cierre. Saca todo el aire de la bolsa y séllala, después colócala en una bolsa con cierre más grande.

Step 5

Envuelve el queso muy apretado en papel plástico y colócalo en la bolsa con cierre. Vas a querer que el queso conserve la humedad, como todo alimento que congelas, para mantener bajas las posibilidades de quemaduras por frío.

Step 6

Coloca el queso en el congelador hasta que lo necesites. Coloca las bolsas de queso en el congelador. Descongela en el refrigerador hasta que lo vayas a usar.

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