Step 1

Involúcrate. Para que una comunidad prospere, sus miembros tienen que hacer cosas juntos. Desde actividades para su preservación, como la vigilancia de un barrio, hasta actividades recreativas como un equipo de sóftbol, el espíritu comunitario se construye sobre la base de la participación.

Step 2

Asume responsabilidades. Cuando observes una situación que debilite la integridad de tu comunidad, toma medidas para cambiarlo. Puede tratarse de algo tan simple como recoger la basura que tu vecino ha arrojado a la calle o convocar una reunión para debatir soluciones con respecto a la violencia de pandillas del barrio. Responsabilidad implica actuar.

Step 3

Sé un ejemplo para los otros. Hazte cargo de la persona nueva y demuéstrale, con tus acciones, los valores de tu comunidad. Responsabilidad implica actuar, no decir.

Step 4

Sigue las reglas. Mantén el césped cortado y sujeta de una correa a tu perro. Las reglas son parte de lo que mantiene unida a una comunidad. Si disientes con las reglas, trabaja para cambiarlas. Pero sigue siempre las reglas vigentes. Responsabilidad implica ser responsable.

Step 5

Haz trabajos voluntarios. Dispone de tu tiempo para un mayor beneficio de la comunidad. Busca maneras de ayudar a sus otros miembros. Haz que tus talentos coincidan con las necesidades de la comunidad y ofrécete libremente.