Mitos sobre el dios romano Mercurio

Mercurio es una figura importante en la mitología romana.

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La frase "la velocidad del mercurio" se refiere al dios romano Mercurio, quien es conocido como el amo de la velocidad, el intelecto, el engaño, el viaje y la comunicación. Mercurio fue adaptado de la mitología griega por los romanos y es el equivalente al dios griego Hermes. El planeta Mercurio comparte cualidades en la astrología con el dios romano, según "Astrology: Understanding the Birth Chart" (astrología: comprendiendo la carta natal). El ingenio y la conveniencia de Mercurio son ejemplificados por los mitos romanos que lo rodean.

Mercurio y Apollo

El rol de Mercurio como mensajero y cuidador de los viajeros nació de sus artimañas y astucia. El creó una lira cuando tenía sólo seis días de edad, la cual había construido con el caparazón de una tortuga, piel de búfalo y entrañas de ganado. Mercurio robó el ganado de Apolo para sus propósitos. Cuando el enojado Apolo lo confrontó, Mercurio intentó convencerlo de que no tenía idea dónde estaba su ganado. Antes de que Apolo pudiera retenerlo para llevarlo frente a Jupiter (Zeus), Mercurio lo encantó tocando su lira. Apolo accedió a perdonar a Mercurio por sus acciones y convertirlo en su mensajero de los dioses a cambio de su lira.

Mercurio y Dríope

Mercurio se enamoró a primera vista de la ninfa Dríope. Dríope era tímida y tenía miedo del joven Mercurio e hizo votos de casarse sólo con un pastor. Al oír estas noticias. Mercurio se disfrazó de pastor y reunió ovejas robadas de los campos donde Dríope vivía. La cortejó por algún tiempo hasta que ganó su amistad y ella finalmente accedió a casarse con él.

Mercurio y Chelone

Cuando Júpiter se casó con Juno, le dió órdenes a Mercurio de enviar una invitación del casamiento a cada dios, mortal y animal. Todos los invitados a la fiesta asistieron excepto la ninfa Chelone, que se burló del matrimonio. Cuando Júpiter le preguntó por qué no había asistido, Chelone le contestó: "No hay lugar como el hogar". Mercurdio viajó al hogar de Chelone en la Tierra, lo arrojó al río y la convirtió en un animal. Chelone fue transformada en una tortuga para que tuviera que cargar con su hogar sobre su espalda para siempre.

Mercurio y Perseo

Mercurio asistió a Perseo en su misión para dar muerte a la gorgona Medusa. Atena le prestó a Perseo su escudo para que se protegiera, y Mercurio le dio la hoz de Cronos para que matara con ella a Medusa. Perseo visitó entonces a las tres hermanas Graiai, que le dijeron dónde ubicar a la ninfa que guardaba los objetos sobrenaturales. La ninfa le prestó a Perseo el gorro de Hades, un bolso y las sandalias con alas de Mercurio. Al regreso de Perseo a Grecia, Mercurio se apoderó de estos objetos y se los devolvió a la ninfa. Mercurio también le entregó la cabeza decapitada de Medusa a Atena, con la que decoró su escudo.

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