Cómo hacer un molde de yeso de tu mano

Escrito por Mackenzie Wright ; última actualización: February 01, 2018
Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

Hacer un molde de yeso de tu mano o la de tus hijos es un proyecto divertido que te deja con una réplica perfecta y fantasmagórica de tu mano, para decorar o exhibir. Es una gran pieza de conversación. Aunque es un reto crear un molde perfecto, con esfuerzo y paciencia puedes perfeccionar el proceso hasta que cada detalle sea visible, incluyendo las venas e incluso las huellas digitales.

Busca un contenedor plástico flexible para tu molde. Éste contenedor debe ser lo suficientemente grande, como para que la mano que estás moldeando quepa sin tocar los bordes, y suficientemente alto como para que cubra un poco más de la muñeca. Si el contenedor es demasiado grande, vas a desperdiciar mucho alginato para llenarlo. Para una mano adulta, una cubeta de 2 qt. (1,9 Litros) es suficiente. Para una mano de un niño, un contenedor más pequeño, como una cubeta de playa, funciona perfecto. Marca la base del contenedor en papel encerado y corta el círculo. Alinea la base del contenedor con el papel encerado. Corta el papel encerado hasta que quepa dentro de la base del contenedor.

Trabaja cerca de un lavamanos o una manguera. Coloca la lona sobre el piso de tu espacio de trabajo para protegerlo, y coloca capas de papel periódico alrededor del lavamanos o de la superficie donde vas a mezclar.

Coloca tu mano en el contenedor y manténla ahí, un par de pulgadas (Aproximadamente 5 cm) alejada del fondo. Vierte agua hasta que el agua llegue justo debajo de los pliegues de tu muñeca. Saca tu mano. Vierte el agua en tasas medidoras para ver cuánta agua tienes. Vuelve a colocar el agua en el contenedor sin derramarla para que la medida no cambie.

Por cada 6 oz. (177,5 ml) de agua, usa 1 oz. (28,35 gramos) de alginato. No midas el alginato en una taza; pésalo en la báscula de cocina. Por ejemplo, si tienes 12 oz. (365 ml) de agua, necesitas 2 oz. (56,7 gramos) pesadas de alginato. Pesa la cantidad correcta de alginato.

Comienza a agregar el alginato al agua, poco a poco, mientras lo revuelves. Deberás revolverlo por varios minutos. Está listo cuando esté espeso y suave. Levanta el contenedor y golpéalo sobre el piso un par de veces, luego golpéalo alrededor de los bordes y sobre el piso un par de veces más para sacarle las burbujas de aire.

Humedece tu mano en un contenedor con agua por unos cuantos segundos. Sacude el exceso de agua hasta que no gotee. Mantén juntos los dedos de la mano que vas a moldear, asegúrate que tu mano esté recta y dura. Con suavidad, insértala en el centro de la mezcla de alginato. Empújala suavemente hasta que el alginato cubra hasta tu muñeca. Suavemente mueve la mano formando un puño y vuélvela a enderezar, mueve tus dedos para que mezclen bien el alginato. Ahora, pon tu mano de la manera en la que quieres que se vea tu molde. Evita mover tus dedos, manténlos doblados o completamente rectos. Los dedos no deben tocarse. Asegúrate que tus dedos no están tocando el fondo o los lados del contenedor; manténlos en el centro.

Mantén tu mano lo más quieta posible. Pronto empezarás a sentir que el alginato se espesa y se seca. Deja tu mano ahí por 15-20 minutos, hasta que el alginato se seque. Toca la parte superior de éste con un dedo de tu otra mano para ver si está firme.

Suavemente empieza a mover la muñeca hacia adelante y hacia atrás hasta que el alginato empiece a despegarse de tu piel. Mueve tu mano y dedos para continuar desprendiendo la mezcla, y cuidadosamente saca tu mano del alginato, tratando de no arruinar el molde.

Voltea el recipiente con alginato y déjalo sobre una pila de papel periódico. Déjalo secar toda la noche.

En una cubeta vieja o un contenedor desechable, mezcla el yeso siguiendo las instrucciones del empaque. Cuando esté listo para verter, usa una taza plástica pequeña para sacar una onza o dos (30 a 60 ml) y viértelo dentro del molde, directamente hacia los dedos. Levanta el molde y gíralo. Agrega otra parte igual de yeso. Coloca el molde de lado y ruédalo completamente, para que el yeso cubra todos los lados. Voltea el molde y vacía el yeso de regreso al contenedor con el resto del yeso. Esto es para asegurarte que todos los lados estén bien cubiertos y evitar burbujas.

Vierte más yeso en el molde hasta llenar los huecos de los dedos. Golpea el molde en los lados, levanta el contenedor y golpea su base en el suelo para liberar las burbujas de aire. Si alguna sale a la superficie, reviéntala con tu dedo o la punta de un lápiz.

Delicadamente vierte más yeso hasta llenar el molde. Muévelo y golpéalo otra vez para liberar las burbujas. Deja que el yeso se seque toda la noche.

Cuidadosamente inserta un cuchillo largo a un lado del contenedor y corta alrededor de los lados para desprender el alginato del molde. Voltea el molde. Delicadamente aprieta el contenedor y tira de los lados del alginato para sacar toda la masa del contenedor. No lo dejes caer al sacarlo.

Quita el alginato del molde de yeso. Algunas partes se desprenderán facilmente, pero probablemente necesitarás un palillo de dientes o un cuchillo sin filo para quitarlo de alguno de los pliegues más delgados. Sé cuidadoso y hazlo despacio, tratando de no raspar el yeso.

Deja que el yeso se seque al aire libre por un tiempo más. Cuando esté seco, puedes limpiarlo cuidadosamente con una tela húmeda para remover el polvo o residuos. Déjalo como está y exhíbelo, o píntalo y decóralo como quieras.

Advertencias

Usa todos los productos de acuerdo a las instrucciones del fabricante.

No viertas el yeso o el alginato por la cañería.

No trates de hacer un molde de la mano de un niño que sea muy pequeño para soportar los 20 minutos requeridos para el secado.

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