¿Necesitan sombra las plantas de lechuga?
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La lechuga es más fresca y sabrosa cuando la cosechas en tu propio jardín hogareño. Requiere un clima fresco para crecer en forma apropiada y humedad suficiente para su desarrollo. La mejor lechuga proviene de cultivos que crecen con rapidez, para lo cual es necesario un suelo rico en materia orgánica. Si bien la lechuga precisa del sol para crecer, también necesita algo de sombra para permitir que las plantas absorban humedad que les otorgue buen sabor.
Las mejores condiciones de cultivo
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La lechuga prospera en temperaturas de entre 60 y 65 grados Fahrenheit (aproximadamente 15 a 18 grados Celcius), de acuerdo a la Universidad Estadual de Carolina del Norte. Podría germinar en temperaturas tan bajas como 35 grados Fahrenheit (1.66 grados Celcius). Las plantas de lechuga podrían soportar aún temperaturas heladas, aunque no por un período extenso. La luz solar en su rango de temperatura óptima tiende a ser muy suave, lo cual resulta perfecto para cultivar lechuga. En temperaturas cálidas la luz solar es intensa; reseca el suelo y provoca que la lechuga se reduzca en lugar de producir hojas húmedas y exhuberantes.
Lechuga que se cultiva bajo el sol
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Si bien la lechuga necesita de la luz solar para desarrollar sus hojas sabrosas y suculentas, también poseen un sistema radicular muy superficial que se seca con facilidad. Plantar en lugares que reciben de lleno la luz del sol durante la mayor parte del día quemará las plantas. De acuerdo al sitio web Yardener, la lechuga se torna amarga y se contrae cuando se la somete al calor excesivo. Debes proporcionar sombra a este tipo de plantas, tanto en la forma de cubiertas artificiales tales como tela de estopilla o mediasombra, como en un material similar. De manera alternativa, puedes plantar ejemplares más altos sobre la lechuga que ayuden a proveer sombra a tu cultivo.
Usar telas para sombra
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Cuando cultives lechuga en temperaturas cálidas, puedes crear tu propia sombra si eriges una estructura con telas adecuadas para mantener tus plantas frescas. Es una buena idea comenzar el cultivo en interiores, ya que la lechuga no germinará en absoluto en un suelo caliente. Luego transplanta la germinación a un lugar en exteriores bajo una red de nylon negro de doble espesor, suspendida sobre aros de alambre. "Mother Earth News" (Noticias de la madre tierra) recomienda añadir una sábana de algodón para ayudar a bloquear el calor del sol en días especialmente soleados. Este sistema proporciona un 30 por ciento o más de sombra para cultivar tus plantas de lechuga.
Variedades resistentes al calor
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La mayoría de las variedades de lechuga prefieren climas más fríos, y tienden a florecer de manera prematura o a echar tallos en un ambiente cálido. La semilla se planta por lo general apenas la tierra se entibia después del invierno para aprovechar las temperaturas bajas. De todos modos, si debes tener lechuga en tu jardín durante los meses cálidos, elige una variedad que pueda tolerar el calor mejor que las variedades tradicionales. De acuerdo a la Universidad de Cornell, la lechuga romana tolera el clima cálido mejor que otras clases, de la misma forma en que lo hace la hoja de roble.
