Partes internas y externas de las plantas

Las partes externas de las plantas mantienen estructuras internas que mantienen a la hoja viva.

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A primera vista, las plantas se componen de raíces, tallos, hojas y a veces de flores. Si bien estas estructuras visibles juegan un papel en la supervivencia de la planta, dentro de esas raíces, tallos, hojas y flores encontrarás las estructuras internas que también permiten a las plantas llevar a cabo tales funciones básicas como el transporte de agua y la producción de semillas.

Raíces

Las raíces proporcionan soporte estructural a la planta para que pueda absorber agua y nutrientes del suelo. El exterior de las raíces revela muchos pelos finos, que amplían la superficie de las raíces y permiten que la planta absorba más agua. Dentro de la raíz, a nivel celular, las áreas en crecimiento activo llamadas meristemos dejan que las raíces crezcan constantemente en nuevos territorios. Las células de la epidermis y la corteza mueven el agua desde el suelo y al tejido vascular que lleva el agua hasta el tallo.

Tallos

Los tallos ofrecen apoyo físico a la planta y contienen los brotes que se desarrollan en las hojas, flores y tallos adicionales. Dentro del tallo, el tejido vascular transporta materiales a lugares dentro de la planta donde son más necesarios. El tejido vascular llamado xilema transporta agua y minerales absorbidos desde las raíces hasta las hojas, tallos y flores. El floema, por otro lado, lleva azúcares producidos en las hojas a las áreas en necesidad de energía, como el sistema radicular de la planta.

Hojas

La aparentemente simple hoja en realidad contiene la maquinaria celular necesaria para impulsar el proceso de la vida más básica de la planta: la síntesis de energía química a partir de agua, dióxido de carbono y luz solar. Observando una hoja se pueden ver las venas que contienen xilema y floema que proporcionan agua a las células y se llevan los azúcares producidos durante la fotosíntesis. Dentro de la hoja y fuera de la visión, la hoja contiene capas de células llenas de cloroplastos utilizadas para la recolección de la luz solar y convertirla en azúcar. Las hojas también contienen pequeños poros llamados estomas, que permiten que la planta tome dióxido de carbono y libere oxígeno producido durante la fotosíntesis.

Flores

Las flores contienen estructuras complejas, tanto a nivel interno como externo. En cuanto a una flor, te das cuenta primero de su tejido estéril: el rayo de pétalos de colores que atrae tu atención y la de los polinizadores de la flor. En el centro de la flor se encuentra un pistilo femenino, rodeado de filamentos cubiertos llamados estambres. Los estambres producen polen, que aterriza en el pistilo y crece hacia abajo en las partes internas de la flor para liberar espermatozoides y así fertilizar el óvulo. El ovario de la flor contiene uno o más óvulos, cada uno con el potencial para convertirse en una semilla cuando haya fertilizado. Las paredes que separan los óvulos se forman en el recubrimiento resistente que protege a la semilla.

Semillas

Si rompes una semilla, te darás cuenta de que la mayoría contiene una sustancia almidonada llamada endospermo, que nutre al embrión en su desarrollo. El embrión incluye una o dos hojas primitivas llamadas cotiledones que a veces juegan también un papel en el almacenamiento de energía.

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