Las partes de una luciérnaga

Escrito por Sean Kotz ; última actualización: February 01, 2018
Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

Como todos los demás insectos, las luciérnagas tienen cabeza, tórax y un abdomen que es parte de lo que las define. Además, las luciérnagas tienen alas, pero es su abdomen lo que las hace especiales. Su biología interna posee varias partes especializadas que permiten que los dos sexos brille en la noche para atraer a sus parejas.

Partes comunes con todos los insectos

Algunas características del cuerpo de los insectos son siempre las mismas. La cabeza es la unidad sensorial del cuerpo y se compone de placas conectadas. Las antenas, largos miembros que salen de la cabeza, le permiten a los insectos sentir el mundo que los rodea. Un insecto también tiene un tórax con seis patas, que es el centro muscular de su cuerpo. La luciérnaga además tiene dos pares de alas. Un par forma parte del caparazón externo, mientras que debajo hay otro par usadas para el vuelo. Además, tiene un abdomen único que produce luz.

Partes químicas

Existen dos químicos principales en el abdomen de las luciérnagas que producen luz, la luciferina y la luciferasa. De acuerdo con fireflies.org "la luciferina es resistente al calor y brilla bajo las condiciones adecuadas. La luciferasa es una enzima que activa la emisión de luz. ATP, un químico al interior del cuerpo de la luciérnaga, convierte la energía e inicia el brillo". Además, debe producirse ácido nítrico para que el proceso interno de la luciérnaga comience.

Células especializadas

En el área de la "linterna" en el abdomen de la luciérnaga, existen varias células especializadas que le permiten a los insectos crear luz sin producir calor. Hay capas de células reflejantes y una importante capa de fotocitos en aros alrededor de tubos de aire. Dentro de los fotocitos existen estructuras especializadas llamadas peroxisomas, donde se combinan la luciferina, la luciferasa y el ATP para producir el característico brillo.

Traqueolos y mitocondria

El oxígeno es parte importante del proceso de iluminación al interior del cuerpo de la luciérnaga, pero no tienen pulmones que inhalen el oxígeno. En lugar de ello, pequeños tubos llamados traqueolos transportan el oxígeno a los fotocitos. Esto sólo sucede cuando las mitocondrias, las estructuras productoras de energía de las células, han absorbido suficiente ácido nítrico como para mantenerlas ocupadas, lo que permite que el oxígeno las atraviese y comience el proceso químico de iluminación del insecto.

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