Step 1

Revisa la manija de la puerta para ver si hay un pequeño hoyo en el centro. Si lo ves, toma un gancho para papel y extiéndelo para dejarlo recto. Mételo al hoyo y siente por dentro para ver si logras dar con el botón de la cerradura. Empuja con presión firme hasta que se abra la cerradura.

Step 2

Utiliza una tarjeta de crédito para pasarla por la cerradura en la manija. Deslízala entre la puerta y el marco como a dos pulgadas (5 cm) de la cerradura. Lentamente desliza la tarjeta hacia abajo mientras que simultáneamente la empujas dentro de la ranura. Una vez que alcances el nivel de la manija, trabaja la tarjeta dentro de la ranura e intenta usar la tarjeta para empujar el pasador de metal que mantiene la puerta cerrada. En una puerta de dormitorio, la cerradura se mueve junto con el pasador una vez que la tarjeta se desliza en el interior.

Step 3

Retira el tope de la puerta, que es la pieza de metal unida al marco de la puerta donde el pasador se desliza. Pasa un destornillador bajo el metal y suavemente golpéalo con un martillo mientras lo jalas fuera del marco. Debes volver a poner el tope de la puerta cuando hayas terminado.