Actividades de generosidad para niños

Acostumbra a tu hijo a que ahorre una parte de su dinero para la caridad.

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Normalmente, los niños tienen corazones generosos y sólo necesitan un poco de guía para que la generosidad salga a flote. Si quieres asegurarte de que tu hijo pueda sentir las necesidades y los sentimientos de los demás, anímalo a que done tiempo, dinero y talento para ayudar a los menos afortunados. Cuando involucras a tu hijo en actividades relacionadas con la generosidad sientas las bases para los hábitos que perdurarán toda una vida.

Compartir pertenencias

Los niños pueden hacer un espectáculo de modas antes de cada nueva estación, probándose la ropa para determinar cuál no les queda ya. Debe guardar en una bolsa la ropa que ya no le queda y ayudarte a llevarla a un refugio o campañas de recolección de ropa. ¿Tienes muchos juguetes en casa? Los pequeños pueden dudar en compartir sus posesiones pero tu puedes influenciar su opinión, explícale que ella tiene cuatro muñecas y algunas niñas no tienen ninguna. Pídele que escoja algunos juguetes, libros, juegos o DVD especiales que ya no use pero que crea que pueden hacer feliz a otros niños y felicítalo por su espíritu generoso.

Hacer un espectáculo

Los niños y los adolescentes pueden hacer felices a los adultos mayores. Puede que seas familiar de un músico talentoso que pueda animar una celebración del día de los adultos mayores. Pídele a tu hijo que comparta su don musical con los residentes del retiro o del asilo. El niño puede reunir algunos amigos y hacer un espectáculo que incluya cantar y tocar instrumentos portátiles, como guitarra o piano. ¿No tiene talento musical?, no importa, muchos adultos mayores tiene problemas de vista y disfrutan cuando alguien les lee poesía o un libro. La interacción entre los dos grupos de diferentes edades los beneficia a ambos, los niños aprenden a ver a los mayores como personas sabias y a preocuparse por la gente.

Donar tiempo

Tu hijo puede experimentar la generosidad al trabajar junto contigo. Conoce sus intereses y decidan juntos a qué organización les gustaría ayudar. La mayoría de los lugares acepta voluntarios jóvenes cuando los acompañan sus padres. Si tu hijo ama a los animales, pueden pasar un par de horas a la semana en un refugio de animales cuidando gatos, sacando a pasear a perros y limpiando las jaulas. Si se interesa en el medio ambiente pueden ser voluntarios en los proyectos de limpieza de la comunidad. Puede que le guste cocinar, si es así apoyen a un comedor social. No tienes que salir de casa para donar tiempo, los niños que les gusta el arte disfrutan hacer tarjetas para soldados o pacientes de hospitales.

Contribuir con dinero

Con frecuencia, los niños reciben dinero para gastar o una mesada. Ayuda a que tu hijo entienda que gastará y ahorrará parte de su dinero pero que también apartará un poco de dinero para la caridad. Los niños más grandes pueden buscar organizaciones de beneficencia para elegir una que les agrade, ayúdales a entender cómo utilizan el dinero estas organizaciones. Tal vez quiera ayudar a una asociación de niños con cáncer o un centro de adopciones. Agenda una visita para que pueda hacer la donación en persona; si no es posible, puede escribir una carta a la asociación para explicar porqué está haciendo las donaciones para ellos.

Ayuda a un vecino

Puede que tu hijo te encuentre ocupado, es cosa de la vida diaria. Tómate un momento y hazle pensar en los demás, enséñale con el ejemplo. Cuando hornees galletas, dale algunas al vecino o conocido que tenga dificultades para moverse y lleva a tu hijo para que te ayude a cortar y rastrillar su jardín. La simple cortesía de llevar el bote de basura del vecino de vuelta a la casa hará que tu hijo siga pensando en los demás.

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