Actividades para los niños sobre Pedro y Juan en el templo

La gente miraba con asombro al mendigo cojo caminar.

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Generaciones de niños de la escuela dominical han aprendido la historia de Pedro y Juan en el templo a través de la representación de la curación del mendigo cojo con la música de la canción clásica "Plata y oro no tengo ninguno". Sin embargo, los maestros pueden complementar esto con una lección objetiva sobre la discapacidad física de la cojera. Sigue la música y la lección, desafiando a los niños con juegos que les ayuden a recordar los detalles y el pasaje clave de la historia.

Lección objetiva

Lleva dos tiras largas de tela para cada niño. A la hora del cuento, diles a los niños que les vas a leer una historia sobre un hombre cojo. Pídeles que se imaginen cómo sería tener la incapacidad de caminar. Diles que van a pretender ser cojos durante la historia. Átales con las tiras de tela las rodillas y los tobillos juntos a cada niño, y deja que ellos traten de levantarse o moverse alrededor para que sientan lo difícil que es. Siéntalos a todos con seguridad en el área de lectura y léeles la historia de Pedro y Juan cuando van al templo en Hechos 3. En el momento en que el hombre es sanado consigue un asistente para desatar las piernas de los niños y déjalos ir "caminando, saltando y alabando a Dios", como el mendigo que ha sido curado.

Curiosidades de la historia

Escribe una serie de preguntas curiosas sobre la historia, tales como, "¿A qué hora del día Pedro y Juan fueron al templo?" o "¿Cuál era el nombre de la puerta donde se encontraron con el mendigo cojo?". Asigna puntos o cantidades en dinero para cada pregunta según el nivel de dificultad. Divide la clase en equipos y convoca a un concurso de preguntas a la manera de un programa de juegos.

Pasaje a la rayuela

Para ayudar a los niños a memorizar un versículo del pasaje fundamental, dibuja un camino a la rayuela y escribe cada palabra de Hechos 3:6 en casillas sucesivas: "Pedro dijo, —yo no poseo plata ni oro pero lo que sí tengo te lo doy en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡camina!". Deja que cada niño salte el camino leyendo cada palabra a medida que caiga en ellas.

Concentración

Crea un grupo de tarjetas en pares utilizando palabras o imágenes de la historia. Colócalas en filas y columnas en una superficie plana y deja que los niños jueguen "Concentración", turnándose para descubrir dos cartas a la vez para encontrar las coincidencias. Cuando hayan encontrado todas las parejas, pídeles que organicen las cartas en orden cronológico y que cuenten la historia a sus compañeros.

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