Cómo llegar a ser un diácono católico

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Los diáconos son ministros ordenados de la Iglesia Católica Romana. Ellos realizan varios servicios a nivel parroquial y se los considera como funcionarios del Papa, opuestos a los sacerdotes, que son asistentes del Papa. Los hombres interesados en llegar a ser diáconos deben pasar por un riguroso proceso de elegibilidad antes de poder alcanzar esa posición.

Cumple con los requisitos

Determina si cumples con el requisito de la edad teniendo al menos 35 años.

Cumplirás con los requisitos del bautismo si has sido bautizado en la Iglesia Católica Romana y deberás ser un miembro practicante si recibes los sacramentos de la Iglesia. Si fuiste bautizado de adulto, debes ser practicante de la Iglesia desde al menos cinco años antes de que puedas solicitar llegar a ser diácono.

Deberás cumplir con los requisitos de matrimonio asegurando que la Iglesia reconoce tu matrimonio. Si eres divorciado, deberás obtener la anulación por parte de la Iglesia. Los solicitantes para ser diáconos no pueden volver a contraer matrimonio. Si nunca has estado casado, o si tu mujer falleció antes que ti, se esperará que vivas una vida de celibato.

Debes ser un miembro activo de tu parroquia ofreciendo asistencia con la liturgia, en grupos parroquiales y con los más pobres.

Deberás cumplir con los requisitos de educación obteniendo un diploma de la escuela secundaria o preparatoria.

Asegúrate de que tienes un buen estado de salud.

Asegúrate de que puedes dedicarle tiempo al programa de formación, un curso de estudio para diáconos potenciales que lleva alrededor de cinco años completar.

Ora y pide orientación sobre tu deseo de unirte al diaconado para asegurarte que este camino es el correcto para ti y ha sido sancionado por Dios.

Conversa tu decisión con tu familia. Si estás casado, se te exigirá el consentimiento y apoyo de tu esposa.

Conversa tu decisión con tu sacerdote, quien puede ayudarte a decidir si la vida como diácono es correcta para ti basado en tus respuestas y en su conocimiento sobre los requisitos.

Presenta una solicitud en la oficina de la diócesis diaconada por tu sacerdote quien te presentará al consejo diocesano enviando una carta de confirmación de tu buena reputación como practicante católico.

Comienza el proceeso de admisión

Prepárate para un análisis intensivo, que incluye varias entrevistas contigo, tu esposa y cualquier niño que viva en tu hogar, una solicitud de dispensa canónica por mala conducta en el pasado (si fuera necesaria) y una evaluación psicológica.

Presenta los documentos requeridos, incluidos certificados de bautismo, confirmación y matrimonio en su caso; prueba de edad; solicitud, consentimiento para una consulta psicológica y confidencialidad de informes sobre las consultas; una fotografía reciente tuya y de tu esposa (si estás casado); una carta de tu esposa en la que confirme su apoyo y consentimiento; cartas de recomendación, incluyendo una de tu empleador; un certificado médico reciente; una transcripción de tus estudios académicos; una verificación de antecedentes; una prueba de residencia legal; y un informe del rector de la casa donde has pasado tiempo formándote.

Espera la evaluación de la preparación. El comité de diáconos evaluará tu preparación mediante la revisión de tus cartas de recomendación, tu declaración autobiográfica, una entrevista y una revisión de tu experiencia pastoral.

Espera una decisión del obispo, quien revisará los documentos de apoyo y tomará la decisión final.

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