El pardeamiento del tuya

El pardeamiento del tuya puede indicar varias condiciones diferentes. El pardeamiento del interior de las ramas a menudo se produce por arrojar las ramas viejas para dejar espacio a otras nuevas, según el horticultor de la Universidad Estatal de Ohio Elton M. Smith. Estas pueden ser removidas sin dañar al árbol. El pardeamiento de las puntas de las ramas puede ocurrir después de un duro invierno. Estas se regeneran en un nuevo crecimiento sin dificultad. Las ramas bajas que están cerca de la línea del suelo pueden volverse marrón y la corteza puede dividirse en donde las heladas fuertes amplían la humedad alrededor de los árboles. Los pulgones y los ácaros araña pueden atacar a los árboles tuya, dañar el follaje y causar grandes áreas marrones. Las enfermedades por hongos también pueden atacar los arbustos de tuya, causando manchas amarillas o marrones en las puntas de las ramas que pueden propagarse al interior de la rama provocándole que muera.

Daño por el clima

El frío excesivo vuelve las ramas marrones. Esto no es un motivo de preocupación si el árbol tuya es en general saludable. Revisa que la planta reciba un buen riego en primavera. Extrayendo las ramas erosionadas permites a nuevas ramas llenar el espacio y proporciona la circulación del aire. Fertiliza al tuya con fertilizante tipo césped que no contiene herbicida en un rango de 2 a 4 libras (0,91 a 1,81 kg) por 100 pies cuadrados (9,3 m²) cuadrados.

Problemas de plagas

El tuya sufre de una serie de problemas de plagas. Controla los ácaros araña con la aplicación de aceite superior durante el período de latencia, según CollierArbor. Desaloja los pulgones con un aerosol potente de agua. Las enfermedades fúngicas provocan el pardeamiento del tuya. Elimina todas las zonas afectadas y rocía con un fungicida recomendado por tu servicio de extensión del condado local.

Problemas de riego

Los árboles tuya son plantas nativas de las zonas húmedas y pantanosas. Requieren una considerable cantidad de agua para mantenerse saludables y sufren del abrasador sol si no son regados durante los periodos de sequía. También pueden sufrir de exceso de riego. No los riegues por horario o calendario. Comprueba el suelo bajo el árbol tuya. Si todavía está húmedo, no lo riegues, de acuerdo con Greg Stack horticultor del Servicio de Extensión de la Universidad de Illinois. Si el suelo está seco, riega de manera profunda y aplica mantillo para retener la humedad. Deja que la tierra se seque entre riegos. No dejes que el suelo permanezca húmedo durante demasiado tiempo.