¿Con qué alimentos combinar el vino Riesling?

Los Rieslings son fáciles de combinar con numerosas comidas, incluso platos picantes.

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Los Rieslings son vinos blancos originarios de Alemania, de la zona del valle del río Rhin. Si bien normalmente se considera un vino dulce, el sabor del Riesling puede ser sorprendentemente versátil, variando desde dulce a seco, y de ligero hasta con mucho cuerpo. Debido a su amplia variedad, este vino puede combinarse fácilmente con una amplia gama de alimentos. Es una buena idea que hagas una cata de vino por tu cuenta para descubrir los mejores maridajes que puedes servir en tu próxima fiesta.

Platos para maridar con los Rieslings secos

Prepara mariscos o pastas con crema o manteca para complementar un Riesling particularmente seco. Además de realzar el sabor del pescado, un Riesling seco combina bien con carne de ternera y cerdo. Agrega como guarnición una ensalada condimentada con vinagreta. Las variedades secas de Riesling sacan a relucir una aspereza en el sabor de las verduras.

Platos para combinar con los Rieslings dulces

Sirve pescado o pollo con las variedades semi-dulces de Rieslings. Estos platos pueden ser tan simples como una barbacoa o alitas de pollo picantes, y tan elegantes como mariscos ahumados. Un vino más dulce combinará bien con quesos fuertes, como el Gorgonzola. Si preparas un plato de queso como entrada, puedes incluir variedades como quesos azules, asiago, Gouda, Brie, Camembert y otros quesos blandos. Cuando sirves un vino dulce, el vino debe ser, en general, más dulce que la comida. Si la comida es mucho más dulce, será difícil detectar el sabor frutado del vino.

Platos étnicos

Prueba ambas variedades de Riesling con la cocina asiática, como el chow mein, el pollo a la naranja o con castañas, el dim sum, los platos agridulces, el pad Thai, el teriyaki y los curries. Los platos indios que combinan bien con un Riesling son el curry y los tandoori con pollo o pescado. Otras variedades étnicas que puedes probar son los camarones Cajún asados o el quingombó. Cuando combinas el vino con un plato picante, ten cuidado de no elegir un Riesling muy dulce, pero sé creativo al probar una amplia variedad de platos con ambos vinos, secos y dulces.

Para postre

Saca a relucir el Riesling al final de una comida para complementar un postre. Los vinos dulces combinan bien con los platos cremosos y frutados, como las natillas. Hornea una torta ángel o mantecados y cúbrelos con manzanas o peras frescas. Los pasteles de limón, damasco o durazno servidos con helado de vainilla constituyen otra combinación exitosa con un Riesling dulce, que dejará a tus invitados satisfechos con los sabores sutilmente frutados del vino.

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