Buenas excusas para cancelar una cita

Algunas veces, una agenda ocupada provocará que no aparezcas en una sala de espera.

Ryan McVay/Photodisc/Getty Images

Tu vida ocupada te empuja hacia todo tipo de direcciones, así que es inevitable que tengas que cancelar una cita de vez en cuando. Puede ser arriesgado, ya que cualquier cosa que requiera una cita regularmente tiene algún grado de oficialidad. El arte de cancelar una cita reside en tener un equilibrio entre la factibilidad y la seriedad con tu razón.

Enfermedad familiar

Aunque no quieres promover un mal karma, citar una enfermedad familiar es una forma de salirte de una cita con muy poco cuestionamiento de parte de las personas. Asegúrate de que la persona que supuestamente está enferma no esté en contacto con la persona a quien estás cancelando. Por ejemplo, cancelar una cita debido a un padre enfermo con un médico que es el médico de tu familia completa no sería algo sabio (ver Referencia 1).

Razones personales

Esto es un tanto vago, pero al igual que la excusa de la enfermedad familiar, provocará pocas preguntas de la persona a quien le cancelas. Es útil adjuntar una categoría a la razón personal, tal como enfermedad o problema emocional. Deja en claro que hay un asunto urgente e inevitable y que no tienes opción más que lidiar con él. Puedes hacer esto sonando preocupado o triste, pero ten cuidado de no exagerar (ver Referencia 2).

Finanzas

Si la cita en cuestión eventualmente comprende un pago por servicios rendidos, las dificultades financieras no previstas proporcionan una excusa que es esencialmente abierta y cerrada ya que puedes pagar o no puedes. Si la cita no está directamente relacionada con dinero, aún puedes jugar la carta financiera diciendo que no tienes el dinero para la gasolina o que tu auto no se puede conducir debido a reparaciones costosas e inasequibles.

Carrera

Si eres como la mayoría de las personas que tu empleo es tu sustento, por lo tanto los eventos inesperados y que requieren tiempo relacionados con él raramente serán cuestionados. Una excusa probada y real que funciona con virtualmente cualquier tipo de ocupación es decir que alguien más está enfermo, pero que aún se tiene que hacer el trabajo y tú eres la persona responsable. Siéntete libre de ser creativo, pero asegúrate de que no haya ningún hueco en la historia que pudiera exponerte, tal como que la persona a quien le estás cancelando sepa que, de hecho, estás sin trabajo.

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