Cómo usar una bufanda táctica

La bufanda táctica es una valiosa parte del equipo militar.

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Las bufandas tácticas protegen al usuario de la intrusión de arena, polvo y nieve en los campos de batalla. Además, proveen aislamiento adicional para mantener la temperatura corporal en climas de frío extremo. También oscurecen la apariencia física del sujeto cuando esto es necesario. Para los miembros en servicio, la utilización de la bufanda coincida con las regulaciones militares como la Regulación de la Armada 670-1. Usada adecuadamente, la bufanda táctica ofrece una solución a largo plazo a necesidades tácticas y del mantenimiento de la salud.

Step 1

Inspecciona la bufanda. Asegúrate de que no tenga agujeros o desgarres visibles. Observa la bufanda para determinar si la tela no se ha estirado o tiene residuos grandes. Ata la bufanda alrededor de un objeto para determinar si es posible usarla de esta manera. Si alguno de los problemas anteriores existe, cambia la bufanda.

Step 2

Ata la bufanda alrededor de la boca. Coloca la bufanda estirada sobre una superficie plana y luego levántala hacia el área de la boca y la nariz. Envuelve la cara con la bufanda, asegurándote de que quede bien ajustada, luego ata la prenda en la parte posterior del cuello con un nudo no corredizo. Evita usar nudos muy apretados que impidan la respiración o circulación.

Step 3

Ata la bufanda alrededor del cuello. Coloca la prenda estirada sobre una superficie plana y luego envuelve tu cuello con ella. Ata la bufanda alrededor del cuello con un nudo no deslizable. Al usarla de esta manera, protege el área del cuello y la garganta de la intrusión de arena y otros elementos. Además, es posible moverla hacia arriba para cubrir la boca y la nariz y provee protección contra el viento o la nieve en ambientes con climas fríos.

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