Cómo calentar y estirar unas botellas de vidrio

Escrito por Joshua Smyth ; última actualización: February 01, 2018
Bottle Wine image by Svenja98 from Fotolia.com

Las botellas de vidrio, una vez que han sido vaciadas, no necesitan tirarse a la basura. En su lugar, se pueden convertir en arte, placas, adornos y decoraciones a través del proceso de "reducción", en el cual el vidrio se coloca en un horno y se calienta hasta que se ablande (Referencia 1). Con las herramientas adecuadas, puedes incluso estirar el vidrio antes de que se enfríe. Calentar el vidrio con cuidado asegurará que mantenga su color y textura mientras te permite cambiar la forma de la botella.

Limpia la botella con jabón y agua, y luego deja que se seque antes de colocarla en el horno. El agua interrumpirá el proceso. Mientras esté húmeda, friega cualquier papel o etiqueta de plástico (Referencia 1).

Compra un fluido de desvitrificación de una tienda de artesanías y rocíalo sobre tu botella si ésta es de cristal coloreado. Esto mantendrá el color uniforme mientras derrites, remodelas y enfrías el vidrio.

Coloca un estante para horno en la parte inferior de este y cúbrelo con papel para horno. También puedes rociarlo con aerosol para horno. Esto evitará que el vidrio se adhiera a éste a medida que la botella se extiende hacia abajo (Referencia 1).

Cuelga la botella por su cuello de la parte superior del horno. La manera más fácil de hacer esto es utilizar un par de pinzas para cortar trozos de alambre de percha y hacer un lazo con éstos alrededor del cuello de la botella, justo debajo de la parte más ancha de la parte superior del cuello. Haz esto varias veces, hasta que tengas 5 o 6 trozos de alambre de percha envueltos alrededor del cuello de la botella. Dobla los alambres hacia abajo de manera que sus extremos libres se extiendan varias pulgadas más allá del final de la botella. A continuación, podrás colgar la botella en el interior del horno. La botella se colgará por las asas de alambre y se estirará hacia abajo por su propio peso mientras se calienta.

Ajusta el horno a 500 grados F (260 grados C) por hora. Esta es la velocidad más segura para calentar el vidrio sin correr el riesgo de choque térmico (Referencia 1). Cuando el horno se eleve a 1100 grados F (593 grados C), detén el aumento de la temperatura durante 10 minutos y luego continúa calentando la botella a una velocidad menor de 250 grados F (121 grados C) por hora (Referencia 1). El vidrio comenzará a dilatarse hacia abajo a medida que el horno se caliente.

Aumenta el calor tan rápido como quieras una vez que el horno llegue a 1300 grados F (704 grados C). Detén el calentamiento cuando la botella se haya extendido a tu satisfacción o alcance los 1425 grados F (773 grados C).

Agrieta la tapa del horno muy brevemente, hasta que el horno se enfríe a 1100 grados. Esto evitará que la botella se vuelva turbia. Una vez hecho esto, simplemente apaga el horno y deja que se enfríe naturalmente de nuevo a temperatura ambiente. Esto se conoce como "recocido" del vidrio, y es el paso final. Una vez que se haya enfriado, abre el horno, saca tu botella estirada y usa tus pinzas para quitar el armazón de alambre que la estaba sosteniendo.

Advertencias

Ten mucho cuidado al manipular el vidrio caliente; si éste toca tu piel, te quemará severamente. Si haces correctamente este proyecto, no será necesario que toques la botella hasta que se haya enfriado por completo.

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