Los áfidos de orejas y las costras

Los áfidos son insectos parasitarios que se alimentan de la piel, la sangre y la cera de las orejas de sus desafortunados anfitriones. Estas criaturas causan una inflamación en las glándulas de los oídos que generalmente es incómoda. Si los dejas sin tratar, llevan a una irritación de la piel. Un perro que agita su cabeza, se lame o rasca las áreas infectadas puede tener costras, sangrado e infecciones.

Identificación

Si ves que en las orejas de tu perro hay costras oscuras y escamosas, y se ponen rojas o irritadas, le ves una producción abundante de cera o tiene lunares con manchas negras, puede ser que tenga áfidos. Debido a la sensibilidad de esta zona, los perros con frecuencia responden ante los invasores rascándose y agitando sus cabezas, Toma nota de los vasos sanguíneos rotos; se sabe que los perros infectados agitan su cabeza con tanta intensidad que se les forman hematomas en las orejas. Para determinar que tiene áfidos de orejas, el veterinario le hace un examen otóspico en el que busca los microbios debajo de un microscopio.

Tratamiento médico

Si no tratas a los áfidos de orejas, rápidamente se pueden dar problemas más serios, por lo tanto debes hacer que un veterinario diagnostique y trate a tu perro. Llévalo al veterinario para que le haga el examen. Sólo un profesional puede diagnosticar la severidad del caso y darte el tratamiento necesario. Pregúntale si te puede dar alguna prescripción para tratar y prevenir los áfidos de orejas en el futuro. En los casos agresivos, puede ser que el veterinario te recete insecticidas. Atacarán al parásito con una preparación acaricida para las orejas que probablemente tenga piretrina y thiabendazole, junto con esteroides para la picazón.

Prevención

Los áfidos de orejas son altamente contagiosos para otros animales, así que deben ser aislados para evitar la transmisión. Si sospechas que tu perro los tiene, sepáralo de los otros animales antes de ir al veterinario. Para evitar las costras, las infecciones y la irritación que conllevan los áfidos, pídele al veterinario medicamentos para que tu perro se deshaga de ellos y para seguir con una rutina de limpieza. Aplícale una fina capa de aceite mineral dentro de las orejas, dos veces por semana. Diez minutos después, limpia la zona con una bola de algodón.