Los relés de sobrecarga en los refrigeradores proporcionan protección a prueba de fallos diseñada para proteger el motor, y las otras partes, de un daño permanente. De vez en cuando, estos relés pueden fallar o derretirse. Esto puede suceder por una variedad de razones, pero hay unas pocas que son bastante comunes.

Sobrecarga eléctrica

Una sobrecarga eléctrica puede ser una razón por la que un relé produce un error y se sobrecarga. La incapacidad de los cables para manejar las cargas eléctricas es limitada. Esto se conoce como resistencia. Cuando la resistencia del cable impide la corriente eléctrica, los cables pueden calentarse y comienzan a fundirse. Una sobrecarga eléctrica puede hacer que esto ocurra. El cable caliente puede disparar el relé, haciendo que se sobrecargue y se funda si se vuelve demasiado caliente.

Falla del motor

Uns falla del motor o un mal funcionamiento también puede disparar el relé y hacer que falle mandando un exceso de voltaje a través del cableado y el resto del sistema. Los motores de los compresores están diseñados para apagarse y encenderse, ejecutándose en un principio de todo o nada. La constante de arranque y parada del motor puede tener un efecto esfuerzo que a veces hace que el refrigerador trabaje más duro de lo que se supone que debería. Este esfuerzo adicional puede conducir a un sobrecalentamiento del sistema y sus partes constituyentes, incluyendo el relé.

Diagnosticar el problema

Si sospechas que tu relé se ha quemado, puedes solucionar el problema entrando detrás de la nevera y quitando la carcasa que cubre el motor y el relé. Con el refrigerador desenchufado, examina los cables, el motor y cualquiera de las otras partes circundantes, en busca de daños y signos de fusión o quemaduras. Una vez localizado el relé, puedes darle una sacudida y escuchar cualquier traqueteo interior. Si hace cualquier tipo de ruido, lo más probable es que se haya quemado y necesita ser reemplazado.

Restaurar

Si resulta que el relé se ha activado pero no se ha quemado, lo más probable es que puedas seguir utilizándolo con normalidad. Apaga el refrigerador y desconéctalo, permitiendo que el metal dentro del relé se enfríe. El relé debe restaurarse por sí mismo, mientras que los metales toman su forma inicial durante el proceso de enfriamiento. Si el problema continúa, el propio motor podría resultar dañado, y deberás sustituir el relé.