Cierre de la herida quirúrgica tras la esterilización de una gata

Esteriliza a tu gata para que se mantenga sana.

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Como propietario responsable de una gata, sabes que la esterilización es un paso que hay que dar para mantener a tu mascota sana. Si te despreocupas de su esterilización, aumentarán sus posibilidades de sufrir tumores mamarios, infecciones uterinas y diversos tipos de cáncer en el aparato reproductor. Aunque se trata de una intervención rutinaria, siempre existe algún riesgo. Si sabes lo que debes tener en cuenta antes de la esterilización, lo que tienes que observar tras la operación y la forma en que debes cuidar la herida quirúrgica, los riesgos serán mínimos.

Precauciones

Si tu gata tiene sobrepeso, está en período de gestación o en celo, el riesgo de que surjan complicaciones durante la esterilización será mayor. Cuando un animal está gestando o en celo, el flujo de sangre en el útero aumenta y, por lo tanto, se incrementa el riesgo de sufrir hemorragias durante la intervención. El veterinario tendrá que cerciorarse de que tu gata no padece alergias ni infecciones cutáneas y de que está lo bastante sana como para poder ser operada.

Procedimiento

La esterilización de la gata consiste en la extirpación quirúrgica del útero y los ovarios a través de una incisión en el abdomen. Después de la intervención, el veterinario puede utilizar suturas dérmicas o intradérmicas para cerrar la herida. Con estas últimas se evitará que la gata se arranque los puntos.

Cuidados de la herida

Vigila atentamente la herida para asegurarte de que permanece limpia y con aspecto saludable; sanará por completo en un período de 10 a 14 días. Durante este tiempo, no bañes a tu gata ni dejes que se moje. Procura también que no se lama la zona de la sutura, ya que las bacterias podrían penetrar en la herida y causar una infección.

Si la herida se ensucia, límpiala con agua salada templada. Sécala muy bien y vigílala a diario. Si se ensucia con tierra o con heces es muy probable que se desarrolle una infección. Mantén a tu gata dentro de casa para asegurarte de que se mantiene limpia durante su recuperación.

Signos de alerta

Si la herida de la intervención se inflama, se enrojece o supura, debes llamar a tu veterinario. Una secreción de color verde o amarillento indica la presencia de una infección y debe ser revisada de inmediato. Otros signos de alerta son el sangrado, el vientre hinchado y la piel que se nota caliente al tacto.

Complicaciones

La dehiscencia de la herida quirúrgica es la más común de todas las complicaciones de la cirugía; significa que la sutura se abre, dejando un agujero abierto en el abdomen de la gata que requerirá una nueva intervención. Otras complicaciones menos frecuentes son los seromas (bulto de líquido que se forma al producirse un hueco en la capa grasa que hay entre la piel de la gata y los músculos de la pared abdominal) y los abscesos (bultos llenos de bacterias que pueden abrirse a través de la línea de sutura). Si no reciben tratamiento, estas complicaciones podrían provocar una peritonitis séptica, una acumulación letal de infección e inflamación alrededor de los órganos internos de la gata.

Con los cuidados correctos de la herida, tu gata se recuperará por completo de la intervención a que ha sido sometida para su esterilización.

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