Ansiedad

Ambas especies exhiben cierta ansiedad, lo que resultan en muchos rasgos de comportamiento. Por ejemplo, los perros y gatos adoptados a menudo sufren de ansiedad por la separación. En el caso de un perro adoptado, la ansiedad resulta en arrebatos de agresión contra otros perros, mientras que los gatos adoptados responden con agresión contra otros gatos.

Sentido del olfato

Tanto gatos como perros tienen un sentido muy altamente desarrollado del olfato, que permite valorar a otros perros y gatos. Por ejemplo, cuando un perro olfateo el lugar en donde otro perro ha excretado, puede inmediatamente determinar el género de este. Un gato puede determinar el género y salud de otro gato olfateando sus feromonas.

Barriga

Tanto gatos como perros exponen sus barrigas y les encanta que sus dueños las froten. Un perro expresará su sumisión exponiendo su barriga frente a otro perro o a su dueño. Un gato se expone así para demostrar su confianza, rodando sobre su espalda y te permite frotar su barriguita.

Caminar en círculos

Tanto gatos como perros tienden a caminar en círculos dos o tres veces antes de recostarse. Este comportamiento instintivo proviene de cuando los perros y los gatos eran animales salvajes, sus antepasados acostumbraban dar círculos en el espacio en sus guaridas para establecer su territorio y acomodar sus posiciones en el círculo.

Cola

Tanto perros como gatos expresan sus emociones por medio de la posición y movimiento de sus colas. Un perro demuestra signos de simpatía y felicidad cuando mueve su cola. También demuestra miedo y sumisión cuando la esconde entre sus piernas. Un perro muestra confianza y tranquilidad cuando lleva la cola en alto.