¿Cómo cocinar cerdo con la piel crujiente de la manera tradicional?
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Las pieles de cerdo fritas son conocidos con una variedad de nombres, incluyendo chicharrones. Independientemente de como se las llamen, estas delicias crujientes combinan el sabor del tocino con lo crujiente de las patatas fritas. Se necesita un cierto grado de paciencia y habilidad para obtener pieles de cerdo crujientes de la manera tradicional pero, cuando se hace correctamente, bien vale la pena el tiempo y la espera. Puedes encontrar pieles de cerdo fresca en carnicerías o tiendas de comestibles mexicanos.
Step 1
Raspa tanta grasa como sea posible de la piel con un cuchillo y corta la piel en tiras de 1 a 3 pulgadas (2,5 a 7,5 centímetros) de ancho. Algunos cocineros prefieren mantener la grasa en la piel, aunque ésto necesitará más tiempo para cocinar, ya que parte de la grasa se tiene que salir para tornar la piel crujiente.
Step 2
Añade la manteca de cerdo a la olla de hierro fundido y calienta en un ajuste medio hasta que la manteca de cerdo se derrita.
Step 3
Sube el fuego hasta que la manteca de cerdo esté lo suficientemente caliente de manera que cuando viertas unas gotas de agua, ésta última "baile" en la superficie.
Step 4
Pon las pieles en el aceite de a un puñado a la vez. Revuelve las pieles entre cada puñado.
Step 5
Agrega sal al gusto y continúa revolviendo.
Step 6
Deja que las pieles se cocinen a fuego medio a alto hasta que estén doradas. Si el aceite comienza a echar humo, baja el fuego.
Step 7
Transfiere las pieles de la olla a un plato forrado de papel para absorber el exceso de aceite.
Referencias
- “Simplemente mexicano”; Lourdes Castro; 2009
- “Principios y aplicaciones de las artes culinarias”; Michael J. McGreal; 2008
Consejos
- Ten cuidado al cocinar con aceite caliente. El aceite caliente puede salpicar y provocar quemaduras, y también es un peligro de incendio.
- Mete la piel de cerdo crujiente en tortillas de harina y sírvelas con salsa, tomate fresco, aguacate y cebolla. Alternativamente, puedes sumergir en mostaza con miel, salsa de barbacoa o un alioli de ajo.
- Guarda las sobras en el refrigerador y vierte la manteca utilizada en un frasco para su uso posterior.
Sobre el autor
Max Whitmore is a personal trainer with more than three years experience in individual and group fitness. Whitmore has a Bachelor of Arts in English literature from the University of Cincinnati, fitness certifications and dietetics training from Cincinnati State Technical and Community College. Whitmore has written for several online publishers.
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