¿Cómo se combinan los átomos para formar compuestos?

Escrito por Carolyn Kaberline ; última actualización: February 01, 2018
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Aunque los átomos de un elemento existen en solitario, suelen combinarse con otros átomos para formar compuestos, siendo las moléculas la expresión más pequeña de éstos. Estas moléculas pueden formarse a través de enlaces iónicos, metálicos, covalentes o de hidrógeno.

Enlace iónico

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El enlace iónico se produce cuando los átomos ganan o pierden uno o más electrones de valencia, lo que da como resultado que tengan una carga negativa o positiva. Los elementos como el sodio, que tiene capas externas casi vacías, reaccionan por lo general con átomos como el cloro, cuyas capas externas están casi completas. Cuando un átomo de sodio pierde un electrón, su carga se convierte en +1; cuando un átomo de cloro gana un electrón, su carga pasa a ser -1. A través del enlace iónico, un átomo de cada elemento se combinará con el otro para formar una molécula, que es más estable al ser su carga igual a cero. En general, el enlace iónico se produce cuando se completa la transferencia de electrones de uno a otro átomo.

Enlace covalente

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En lugar de perder o ganar electrones, algunos átomos los comparten cuando forman las moléculas. Los átomos que se valen de enlaces de este tipo, llamados covalentes, son normalmente los no metálicos. Al compartir electrones, las moléculas resultantes son más estables de lo que lo eran los componentes anteriores, ya que este enlace permite a cada átomo cumplir con sus requisitos de electrones; es decir, los núcleos de cada átomo atraen a los electrones. Los átomos de un mismo elemento pueden formar enlaces simples, dobles o triples, dependiendo del número de electrones de valencia que contengan.

Enlace metálico

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El metálico es el tercer tipo de enlace que se da entre átomos. Como su propio nombre indica, ocurre entre metales. En el enlace metálico, muchos átomos comparten electrones de valencia; esto ocurre porque cada uno de ellos “sujeta” a sus electrones solamente de una forma flexible. Es esta capacidad que tienen los electrones de moverse libremente entre numerosos átomos lo que confiere a los metales sus cualidades características, como la maleabilidad y la conductividad. El hecho de que puedan doblarse o moldearse sin romperse se da porque los electrones simplemente se deslizan uno sobre otro en lugar de separarse. La capacidad de los metales de conducir la electricidad también se debe a que estos electrones compartidos pasan con facilidad por entre los átomos.

Enlace de hidrógeno

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Si bien el iónico, el covalente y el metálico son los tipos principales de enlace para formar compuestos y confieren a éstos sus cualidades únicas, el enlace de hidrógeno es un tipo muy especializado de enlace que solamente se da entre el hidrógeno y el oxígeno, el nitrógeno o el flúor. Como estos átomos son mucho más grandes que el átomo de hidrógeno, los electrones tienden a permanecer más cerca del átomo mayor, aportándole una carga ligeramente negativa, mientras que el átomo de hidrógeno obtiene una carga ligeramente positiva. Es esta polaridad la que permite a las moléculas de agua adherirse entre sí; y también la que hace posible que el agua disuelva muchos otros compuestos.

Resultados del enlace

Algunos átomos pueden formar más de un tipo de enlace; por ejemplo, los metales como el magnesio pueden formar tanto enlaces iónicos como metálicos, dependiendo de si el otro átomo es un metal o no. El resultado de todo enlace, no obstante, es un compuesto estable con una serie de propiedades únicas.

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