¿Qué problemas de la infancia pueden afectar el desarrollo cognitivo?

El estímulo positivo respalda el desarrollo cognitivo.

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El desarrollo cognitivo se refiere a la forma en que un niño aprende, entiende, memoriza y procesa la información a medida que crece. En la publicación “Building the Brain’s ‘Air Traffic Control’ System: How Early Experiences Shape the Development of Executive Function” (Construyendo el sistema de control de tráfico aéreo del cerebro: Cuán temprano las experiencias forman el desarrollo de la función ejecutiva) en el sitio web de la Universidad de Harvard, el National Scientific Council on the Developing Child and the National Forum on Early Childhood Policy and Programs (Consejo Científico Nacional sobre el Desarrollo del Niño y el Foro Nacional sobre Políticas y Programas de la Niñez Temprana) explica que el sano desarrollo de las habilidades cognitivas ayuda a las tareas múltiples de un niño, a resolver problemas, planificar, tomar decisiones y controlar impulsos a medida que madura. Si un niño no recibe la oportunidad de fortalecer y utilizar sus habilidades cognitivas, puede tener problemas con las tareas diarias y las actividades sociales en el futuro.

Estrés

Algunas formas de estrés, como el primer día de clases, son una parte normal y saludable de la vida de un niño. El estrés que viene de adversidades prolongadas o frecuentes y la falta de apoyo de los adultos, puede tener un impacto negativo en el desarrollo cognitivo de un niño, según el artículo de la Universidad de Harvard “Toxic Stress: The Facts” (Estrés tóxico: Los Hechos). Las adversidades estresantes pueden venir en forma del abusos de sustancias por parte de un padre, la exposición a la violencia, las dificultades económicas de la familia, el abandono crónico, abuso emocional o físico. Cuando un niño vive en un ambiente estresante, el desarrollo de la arquitectura de su cerebro se debilita y le pone en riesgo de deterioro cognitivo. Sin embargo, la intervención del cuidado de un adulto que ofrezca relaciones sensibles, puede ayudar a revertir los efectos del estrés "tóxico".

El apoyo de los adultos

Un niño en un hogar biparental estable tiene más probabilidades de tener "habilidades cognitivas superiores" que un niño en un hogar monoparental, según un estudio de la Universidad de Londres discutido en "Newsweek" en 2011 en el “Poverty Can Hinder a Child's Cognitive Development, Study Says” (La pobreza puede obstaculizar el desarrollo cognitivo del niño, dice estudio). El The National Scientific Council on the Developing Child and the National Forum on Early Childhood Policy and Programs (Consejo Científico Nacional sobre el Desarrollo del Niño y el Foro Nacional sobre Políticas y Programas de la Niñez Temprana) explica que cuando hay una relación adulto-niño positiva en el hogar, el medio ambiente promueve el crecimiento cognitivo y aumenta su desarrollo. Los padres pueden fomentar un mayor desarrollo a través de la creación de una rutina diaria, la interacción social frecuente y proporcionando experiencias que impliquen el compartir.

Ingresos

Un niño que viene de una familia de bajos ingresos es más probable que experimente deficiencias cognitivas que un niño cuya familia tiene un estatus socio-económico más alto. La World Health Organization (Organización Mundial de la Salud), en el artículo "Early Child Develpment" (Desarrollo Temprano Infantil), comparte que un niño que vive en la pobreza está en riesgo al no tener acceso a alimentos nutritivos, buenos servicios de salud, cuidadores de apoyo o un entorno estimulante--todos los factores que pueden afectar negativamente el desarrollo cognitivo de un niño. La World Health Organization (Organización Mundial de la Salud) señala que los padres con bajos ingresos pueden ayudar a aumentar el éxito en el desarrollo de un niño, mediante el acceso a programas sociales que ofrecen prestaciones de maternidad, alimentación saludable, cuidado de la salud, apoyo financiero y mayores oportunidades para pasar tiempo con sus hijos.

Herencia y el ambiente

Cada individuo transporta hasta 50 anomalías genéticas que lo pueden predisponer a una deficiencia de desarrollo o a un problema de salud, de acuerdo con el artículo de NOVA "Nature vs Nurture Revisited" (La naturaleza contra la revisita de la crianza), de Kevin Davies. Si un trastorno genético de base intelectual o cognitivo corre en la familia y un niño lo adquiere, existe la posibilidad de que la intervención temprana pueda ayudar a compensar algunas deficiencias. Davies señala que las experiencias de un niño durante sus primeros años son tan importantes como los genes que hereda. Por ejemplo, un entorno que no favorece el desarrollo de un niño durante sus primeros años puede ponerlo en riesgo de retrasos cognitivos, incluso si no tiene una predisposición genética de éstos.

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