Los desacuerdos familiares al escuchar la música de los adolescentes en casa son igual de antiguos como quién lavará los platos o sacará la basura. Los gustos musicales de los padres son a menudo muy diferentes de las de sus hijos adolescentes, sin embargo, la música tiene el potencial de afectar las emociones. Al igual que con los adultos, la música puede ayudar a los adolescentes a identificar, procesar y expresar sus emociones.

Identificación

Para los adolescentes, la música proporciona un medio para identificarse y compartir ciertas emociones. En la música con letra, los adolescentes pueden identificarse con las emociones expresadas por la felicidad y la tristeza, o con los temas sociológicos o políticos. Para los adolescentes que luchan con problemas relacionados con la adolescencia, la sexualidad, la orientación sexual, la soledad o la depresión, identificar estas emociones en la música puede ser extremadamente útil. Especialmente cuando un adolescente no es capaz de hablar de estos temas y emociones con la familia, amigos o compañeros, escuchar estos temas similares en la música lo hará sentir menos solo. Cuando los adolescentes utilizan la música como un modificador de ánimo, puede ser utilizada para reforzar y perpetuar las emociones negativas así como las emociones positivas.

Catarsis

Involucrarse con la música, ya sea como oyente, creador o intérprete, puede ser muy catártico. Los cantautores comúnmente usamos la escritura lírica como medio de catarsis emocional. En un artículo del St. Petersburg Times, Amy Lee de Evanescence describe su música como terapia. Si un adolescente está escribiendo música, identificándose con temas líricos y musicales, o bailando salvajemente en un show en vivo, la experiencia catártica proporciona un canal para expresar y hacer frente a una amplia gama de emociones.

Expresión personal

Reprimir las emociones es a menudo muy perjudicial y la música funciona como un canal para que los adolescentes expresen sus emociones a través de escuchar o tocar música. Los adolescentes que escriben su propia música o letras, son capaces de expresarse tal vez con demasiada franqueza, lo que sería incómodo en una conversación no regular. Reprimir las emociones está relacionado con una mayor incidencia de ataques de pánico, según un informe de noviembre del 2004 en la revista "Investigación y Terapia de Conducta".

Identificación con los grupos y apoyo

Al escuchar cierto tipo de música, los adolescentes se pueden identificar con otras personas que escuchen los mismos grupos. Los géneros musicales más populares entre los adolescentes van entre el punk, rock progresivo o hip-hop. La afición compartida en la música pone las bases para una amistad, esto tendrá muchos beneficios emocionales potenciales. Hay eventos de música en vivo que permiten a las personas menores de 21 años asistir, se puede considerar como una actividad social segura y supervisada que no involucra alcohol. Sin embargo, identificarse con un grupo de música puede tener un efecto negativo en las emociones adolescentes. Ciertos géneros musicales y sub-géneros están asociados con la violencia, la misoginia u ocasionalmente la cultura de las pandillas. En particular para las adolescentes, la música misógina y sus géneros asociados pueden reducir la autoestima y el empoderamiento.