Cómo manejar a adolescentes groseros y desafiantes

La grosería y la rebeldía puede parecer como parte del curso, pero puedes cambiar el comportamiento poco atractivo de tu adolescente dándole una atención más cercana.

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Como padre de un adolescente, puede parecerte que los adolescentes son simplemente groseros y desafiantes. Mientras que algunos adolescentes se comportan de esta manera regularmente, el tuyo no tiene por qué hacerlo. El comportamiento grosero y desafiante es algo que puedes manejar con las reglas apropiadas, consecuencias y refuerzo positivo. Simplemente porque tu hijo parece haber desarrollado una perpetua mueca no quiere decir que no puede ser sustituido por un adolescente más feliz, más respetuoso y de buen comportamiento.

Hazle saber que sus opiniones cuentan, pero deben ser transmitidas de una manera respetuosa y cortés en lugar de una forma maleducada, asesora Children’s Trust Fund of Massachusetts, que ofrece programas para las familias para navegar por los triunfos y desafíos de la crianza de los hijos. El comportamiento grosero no es algo que tienes que tolerar, pero es algo que hay que manejar con precisión. Tu hijo adolescente está tratando de ejercer su independencia y su autonomía, y castigarlo por decir su opinión puede tener efectos negativos duraderos. Cuando él te habla con rudeza, señala que respetas su opinión y te encantaría saber más al respecto, pero no hasta que aprenda a dar su opinión en un tono respetuoso.

Aplica sanciones consistentemente, según American Academy of Pediatrics. Cuando el comportamiento de tu hijo sea inapropiado, castígalo. No dejes pasar este momento. Él no va a aprender a dejar de comportarse de forma desafiante si no se ve obligado a enfrentarse a las consecuencias. Cuando haces un punto para discutir las reglas y las expectativas que tienes, así como las consecuencias que acompañan a desafiar las expectativas y reglas, tu hijo no tiene excusa para romper las reglas.

Usa consecuencias a corto plazo cuando disciplines a tu hijo por su comportamiento desafiante o grosero, informa American Academy of Pediatrics. Por ejemplo, si tu hijo es desafiante y se niega a volver a casa a tiempo para hacer su toque de queda y decides quitarle sus privilegios de conducir, hazlo por un corto período de tiempo en lugar de uno largo. No permitirle conducir el resto del fin de semana es más efectivo que decirle que no puede volver a conducir durante una semana. Los castigos a largo plazo comienzan a desgastar a tu hijo y es más probable que él encuentre un camino alrededor de ellos en lugar de aprender de su comportamiento.

Respeta su privacidad, informaChildren’s Trust Fund of Massachusetts. Los adolescentes son conocidos por querer independencia y respetar su vida privada es una buena manera de ayudarle a afirmar su independencia, darle seguridad y fomentar la confianza. Cuando tu relación tiene confianza, a menudo hay menos espacio para la mala conducta y la grosería.

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