Cómo quitar un piercing del ombligo

Retira el piercing del ombligo con cuidado y precisión.

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Un piercing en el ombligo puede ser una llamativa declaración de estilo personal, pero también tiene sus complicaciones. The American Academy of Family Physicians advierte contra la infección de un piercing en el ombligo y de las cicatrices hipertróficas que pueden ocurrir, especialmente con el aumento de peso o embarazo. Si estás listo para quitarte el piercing del ombligo por razones personales o de salud, hazlo con el máximo cuidado y limpieza. Asegúrate de que el piercing se mantenga limpio para evitar infecciones y más cicatrices.

Lávate las manos, el ombligo y las partes visibles del piercing del ombligo con jabón antibacterial. Después de que seques la zona, empapa un algodón en alcohol y aplícalo en tu ombligo y en piercing para sanear aún más la zona. The Center for Young Women señala que nunca se debe dejar que nadie toque ni retire el piercing del ombligo, a menos que sea un profesional en piercings.

Mueve la barra del piercing hacia atrás y adelante y gírala para asegurarte de que se mueva con facilidad. Si tienes problemas para moverla, el piercing del ombligo puede estar infectado con el anillo con una costra o con supuración. Puedes visitar a un profesional en piercings o a un dermatólogo para que te lo retiren.

Localiza la bola no decorativa más pequeña que se encuentra típicamente en la parte superior del anillo. Debe estar ubicada por encima del pequeño colgajo de piel antes de que se conecte a la barra que atraviesa la piel. Sujeta la barra con fuerza contra tu cuerpo y desenrosca la bolita de la barra. Ponla a un lado con cuidado para no perderla.

Tira de la parte inferior ornamental decorativo más grande de la barra para que ésta se deslice a través de la perforación del ombligo. Tira suavemente hasta que hayas sacado la barra y vuelve a colocar la bola de arriba para conservar unida toda la joya. Cámbiate inmediatamente un nuevo anillo en el ombligo o coloca un espaciador flexible si vas a mantener la perforación. Si vas a dejar que la perforación sane, déjala sin nada, pero sigue desinfectándola diariamente.

Lava el área con jabón antibacterial una vez más para limpiar los gérmenes o bacterias que puedan haber sido introducidos a través de las manos o las joyas.

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