¿Cómo se ajustan las bebés a la vida fuera del útero?

El recién nacido necesitará tu amor mientras se adapta a la vida fuera del útero.

Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

Después de nueve meses de gestación, el bebé se acostumbró a vivir en un medio ambiente protegido y predecible. Una vez fuera del útero, todo va a ser ajeno a él. Entre las luces brillantes, los ruidos fuertes y las caras nuevas para examinar, los bebés tienen mucho a que acostumbrarse. Los bebés nacen con algunas herramientas para ayudarlos a adaptarse, y tú puedes ayudar también.

Reflejos del recién nacido

Los recién nacidos tienen varios reflejos destinados a ayudarlos a acostumbrarse a su nuevo mundo. El reflejo básico del bebé causa que empiece a buscar una fuente de alimento cuando se acaricia su boca. El reflejo de succión es lo que ayuda a los bebés a succionar un pezón cuando toca el techo de su boca. Un reflejo de sobresalto se produce cuando algo en su entorno les da miedo, causando que los bebés sacudan sus extremidades y lloren.

Cambios físicos

Una vez fuera del útero, es común que un bebé baje de peso en sus primeros días, recuperándolo una vez que tome el ritmo de la alimentación regular. Ellos también van a perder el pelo prenatal, que probablemente cubría su cuerpo antes del nacimiento. Cualquiera vernix caseosa restante, el recubrimiento blanco protector con el que los bebés salen del vientre, que no haya sido lavado se secará. Durante los próximos 18 meses, el punto blando en la cabeza de tu bebé también empezará a cerrarse, ya que esto ya no es un componente necesario para su entrada en el mundo, de acuerdo con el libro de texto "Human Development".

Ciclos de sueño

Durante las primeras semanas, el sueño será la principal prioridad de tu bebé. Sus períodos de vigilia serán raros, y puedes pasar días en el comienzo sin ver sus ojos. A medida que pasa el tiempo, se pondrá más alerta, pero el sueño seguirá siendo su principal actividad durante los primeros meses de vida.

Recreaciones del útero

Puedes ayudar a tu bebé a medida que se adapta a la vida fuera del útero, recreando algunas de las experiencias sensoriales a las que podría estar acostumbrado. Envolverlo replicará el ambiente cómodo y acogedor en el que pasó los primeros nueve meses. Mientras tu bebé todavía es joven, puedes ponerlo en un moisés, que proporcionará un ambiente más acogedor que la cuna que usará luego. El uso de ruido blanco imitará los sonidos a los que estaba acostumbrado en el útero. Monitorea la temperatura ambiente para asegurar que tu bebé no esté ni demasiado caliente ni demasiado frío, y apaga las luces cuando es el momento para que el bebé vaya a dormir.

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