Comportamiento dominante en un niño

El comportamiento dominante suele venir en forma de abuso físico debido a las diferencias de tamaño.

Digital Vision/Photodisc/Getty Images

Aunque ser rebelde es parte de ser adolescente, ser dominante no lo es. De acuerdo con el Psychiatric Research Institute de la Universidad de Arkansas, el comportamiento dominante es una señal de un problema mayor, concretamente un desorden de conducta, que afecta a entre el 6 y el 9% de los niños. Los padres deberían estar al tanto de las razones y las señales del comportamiento dominante, porque es posible lidiar con ese comportamiento con los métodos adecuados.

¿Qué es el comportamiento dominante?

El comportamiento dominante es cualquiera diseñado para controlar a otra persona contra su voluntad. En los niños, suele venir en forma de abuso verbal o físico. El resultado del comportamiento dominante es casi siempre el dolor emocional o físico. En los colegios, es una forma de acoso y puede resultar en serias consecuencias académicas o legales. Aunque una discusión verbal o una pelea física probablemente no sean casos de comportamiento dominante, cuando un niño tiene más poder que el otro y lo usa para controlarle, ese niño está ejerciendo dominación. Un ejemplo de esto es un niño físicamente más grande que otro que golpea al más pequeño y le quita algo. Cuando se usa este poder de forma inadecuada, el comportamiento dominante está presente.

Tipos prominentes de comportamiento dominante

El comportamiento dominante no entra en un conjunto de acciones fijas; por el contrario, es cualquier comportamiento que se basa en el poder para acosar. Sin embargo, ciertos tipos de comportamiento dominante tienden a ser más comunes entre los niños: la dominación física y la social. Un niño más grande que controla la libertad de movimiento, como bloquear pasillos o quitar asientos de clase de uno más pequeño sería un caso de comportamiento dominante. En la dominación social, el niño dominante es uno con un mayor grupo de amigos o de conexiones sociales. Un niño popular que extiende rumores o que culpa a un niño menos popular de las ofensas está dominando.

Ciberdominancia

La ciberdominancia es una forma más nueva de comportamiento dominante que se está haciendo más común entre los niños. La ciberdominancia tiene muchas facetas, pero tiende a asemejarse a la dominancia social. En la ciberdominancia, un niño con más recursos de Internet, como más amigos en Facebook o habilidades de hackeo, usa su poder para insultar verbalmente o dañar la reputación de otro.

Razones para el comportamiento dominante

Ser dominante sobre otros satisface la necesidad inherente de poder de un niño. Sin embargo, usar la dominación para alcanzar esta necesidad de poder no es necesariamente natural. Muchos otros niños llenan esta necesidad a través de la maestría de habilidades o ganando reputación social. La diferencia entre los niños dominantes y los que no, pueden surgir de las actitudes parentales. De acuerdo con Edward Dragan, doctor de educación y autor de "The Bully Action Guide", los niños que son criados en familias frías y sin aprecio tienden a mostrar menos empatía hacia otros y son más dados a usar la dominación en las relaciones con sus compañeros.

Criar a niños para evitar comportamiento dominante

Los padres pueden reducir la probabilidad de comportamiento dominante en sus hijos demostrándoles calidez y aprecio. Los padres también deberían estar preparados para fijar límites, dejando que sus hijos sepan cuándo se ha cruzado la línea. Los padres demasiado indulgentes a veces encontrarán que sus hijos siguen modelos de rol de "abusador", y pueden tomar algunos de sus comportamientos. Para criar a un hijo que no entre en un comportamiento dominante, los padres deben encontrar un equilibrio adecuado entre controlar el entorno del niño y dejar que se exprese sin miedo a un castigo.

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