Step 1

Elige un probador de tensión para tus necesidades. Los dos tipos más populares de probadores son el simple voltímetro de estilo pluma y el probador de doble punta con un medidor de voltaje. Ambos te dirán si hay una corriente eléctrica en una toma determinada. Sin embargo, sólo el segundo te ayudará a probar cuántos voltios atraviesan.

Step 2

Inspecciona el probador si no lo has usado por un tiempo. Asegúrate de que las baterías, si se requieren, son nuevas. También asegúrate de que las punta de plata, que se van a insertar en la salida, estén limpias y libres de corrosión. Estos pasos te ayudarán a asegurarte de que no tengas una lectura falsa.

Step 3

Localiza la toma que deseas probar e inserta el extremo en punta de un probador de pluma en una de las ranuras verticales en el zócalo. Si utilizas un probador de dos patas, coloca una en cada una de las ranuras verticales. De cualquier manera, asegúrate de que estés tocando los extremos seguros recubiertos de goma de los mismos y no las puntas metálicas.

Step 4

Monitorea el probador. Un probador de pluma pitará o destellará, dependiendo del modelo, cuando haya detectado una corriente eléctrica. Con un medidor de tensión con aguja más sofisticado, puede haber luces y ruido pero la tensión definitivamente será registrada cuando la aguja se mueva.

Step 5

Corrobora que tu probador funciona correctamente si inicialmente no encuentras una corriente. Prueba la tensión en una toma de corriente que estás seguro que tiene corriente. Si tu medidor funciona, entonces puedes estar seguro de que la otra toma está muerta.