Efectos secundarios a corto plazo

Los efectos secundarios no son un hecho para el fenobarbital. No todos los perros desarrollan los efectos secundarios y los que se desarrollan pueden ser variados y en grados distintos. Por lo general, cuando los efectos secundarios se dan, aparecen en las primeras semanas después de comenzar con el medicamento, o poco después de un cambio en la dosis. La mayoría de los efectos secundarios son temporales y se desvanecen a medida que tu perro se acostumbra a este medicamento, según explica Vet Info.

Entre estos síntomas temporales, uno de los más comunes es el efecto sedante. Si este efecto secundario afecta a tu perro, probablemente se volverá muy perezoso y actuará como si fuera que tomó un sedante. Aunque algunos perros actúan como si estuvieran sedados, otros se vuelven incansables y no pueden quedarse quietos. Y, ya sea con hiperactividad o con pereza, tu perro puede desarrollar una condición conocida como ataxia. La ataxia se da cuando tu perro tiene dificultades con la coordinación. De acuerdo con el sitio web Canine Genetic Diseases, esto se puede manifestar en el cruce de patas, problemas de equilibrio o el caminar de manera sobrepasada con las patas delanteras.

Efectos secundarios a largo plazo

Así como hay una serie de efectos secundarios que van a desaparecer cuando el medicamento se estabilice en el sistema de tu perro, hay algunos efectos secundarios que pueden tener un impacto a largo plazo y tienden a ocurrir cuando el medicamento es aplicado. Los perros medicados con fenobarbital, a menudo manifiestan un hábito de comer y beber en exceso. Esto también conduce, con frecuencia, a la micción excesiva, así como también al aumento de peso. Dado que el aumento de peso suele ser un problema en curso, el sitio web Canine Epilepsy recomienda limitar el exceso de la disponibilidad de alimentos para tu perro, con el fin de controlar el problema.

Daño hepático

De acuerdo con Vet Info, el efecto secundario más grave del fenobarbital —a pesar de que solo afecta a un pequeño número de perros—, es la enfermedad hepática. Esto puede ser preocupante a la hora de tratar a tu perro. El uso a largo plazo de la medicación puede hacer que el hígado cicatrizado falle. Sin embargo, tu veterinario vigilará los niveles sanguíneos de tu perro para asegurarse de que no hay problemas desarrollándose en el hígado. Por suerte, si tu veterinario detecta un problema, por lo general, este se puede eliminar o reducir al mínimo mediante el uso del cardo mariano, de acuerdo con Canine Epilepsy. Puedes ayudar supervisando a tu perro para detectar cualquier signo de algún problema. Los síntomas de daño hepático que deberías buscar incluyen la pérdida de peso, especialmente si tu perro ha subido de peso previamente, color amarillento de la piel (condición conocida como ictericia), vómitos u orina más oscura de lo normal.