Cómo ven a la muerte

Los musulmanes creen que la vida en la Tierra no es más que una preparación para la vida después de la muerte y, como el cristianismo y el judaísmo, ellos también creen en un infierno y un paraíso. Creen que el paraíso está lleno de palacios, deliciosas comidas y un séquito de huríes o vírgenes. El infierno para los musulmanes no es necesariamente un lugar permanente para el alma y esta puede, de hecho, seguir pasos para salir del infierno y entrar al paraíso. Una creencia islámica importante con respecto a la otra vida es que Alá resucita físicamente a los muertos en el Día del Juicio para que se les permita la entrada al paraíso o para ser enviados al infierno.

Preparación del cuerpo

En el momento en que muere un musulmán, sus ojos deben estar cerrados (si es que murió con ellos abiertos). El cuerpo se prepara en primer lugar lavándolo por completo, lo que normalmente lleva varias veces. Como establece understanding-islam.com, un cadáver debe lavarse con hojas de azufaifo cinco veces o más, si es posible. Se lava en "números impares de tres, cinco a siete veces. Comienzan con (su) lado derecho y lavan esas partes primero, que se lavan durante la ablución para la oración". El lavado final debe contener perfume, sin embargo, un mártir no debería ser limpiado, para retener su almizcle para el Día del Juicio. Posteriormente, cubren el cuerpo con un sudario o kafan. Este cobertor puede ser tan simple como una hoja, pero a menudo está hecho de una tela especial.

Funerales

Los musulmanes llevan a cabo un rezo fúnebre, el cual, según Bilal Abu Aisha, es "una obligación de la comunidad... Si alguien es enterrado sin que esto se lleve a cabo, toda la comunidad comete un pecado por no haber cumplido con esta obligación". Se realiza fuera de la mezquita en una zona llamada Musallah. Dado que los musulmanes entierran a sus muertos inmediatamente, hay situaciones en las que la oración no se dice hasta que el cuerpo está en el suelo. Está permitido decir la oración fúnebre en el cementerio, pero no es lo deseado. La oración fúnebre se recita con una voz suave y tranquila.

Entierro y condolencias

La mayoría de los musulmanes simplemente son enterrados en sus sudarios, aunque aquellos que son más ricos pueden usar ataúdes, que sí están autorizados, pero no son utilizados comúnmente. Algunos musulmanes ponen tres puñados de polvo en la tumba al lado de la cabeza de la persona fallecida. No hay reglas acerca de cómo se cava una tumba, por lo que puede haber grandes piedras colocadas sobre ella o simplemente tierra. Expresar el pésame es muy importante en la cultura islámica. De acuerdo con Bilal Abu Aisha, algunas importantes expresiones de compasión incluyen recordarle a los miembros de la familia que el difunto ha pasado más allá de la "trivialidad de la vida, la cual pertenece totalmente a Alá".

Duelo y visitas

Hay reglas en la cultura islámica con respecto a la forma de llorar y quién puede visitar una tumba. El llanto está permitido, pero no durante el duelo. Se cree que si se llora continuamente por una persona fallecida, esa persona es sometida a una tortura en el más allá. A la mujer se le permite llorar durante tres días por la muerte de un familiar cercano y puede llorar por su marido durante cuatro meses y 10 días. Hay opiniones mixtas (entre los eruditos islámicos) acerca de si no debe permitirse que las mujeres visiten las tumbas. Sin embargo, se recomienda que los musulmanes visiten las tumbas de sus seres queridos. Aunque lo que no se recomienda es que participen en los funerales de aquellos que no son musulmanes. Pueden, sin embargo, visitar las tumbas de los esas personas para reflexionar sobre la vida de los no creyentes.