Cómo criar un amistoso cerdo de guinea

Los cerdos de Guinea son criaturas sociales. A pesar de parecer asustadizos al principio, les encanta que les hablen, que les acaricien y que los levanten. Aquí hay algunas sugerencias para criar un amistoso y atento cerdo de guinea.

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Sitúalo en un lugar público. Al cerdo de Guinea le gusta ser parte de la familia y estar en el medio de todo. No lo encierres en una habitación trasera o en un garaje. Necesita una oportunidad de estar cómodo con tus rutinas.

Dale un escondite. Aunque pueda parecer que esto lo hará antisocial, al ofrecerle un lugar donde esconderse cuando está nervioso le ayudas a estar más calmo.

Háblale. Al principio, puede ser asustadizo porque no está familiarizado contigo o con el entorno. Habla con él con frecuencia. Tu cerdo de Guinea empezará a sentirse más confortable a tu alrededor.

Aliméntalo. El cerdo de Guinea adora los vegetales frescos y el heno. Cada día ofrece a tu cerdo de Guinea perejil o una zanahoria poniendo lentamente la mano en la jaula. Anímalo a comer de tu mano. Aunque al principio se muestre dudoso, verás que pronto caminará directamente a ti y comerá de tu mano.

Muévete lentamente. Mientras tu cerdo de Guinea se acostumbre a vivir en tu casa, muévete lentamente alrededor de la jaula. Los movimientos lentos le mostrarán que no quieres hacerle daño.

Acarícialo. Mientras se está acostumbrando a ti, el cerdo de Guinea adora la estimulación física. Si está nervioso, ofrécele algo de comida y acarícialo suavemente en el lomo, en la cabeza y en la nariz mientras come.

Aprende a sujetarlo de forma correcta. El cerdo de Guinea es largo y con una corta sección intermedia. Nunca lo cojas por el cuerpo. Suavemente recógelo con una mano sujetando su parte intermedia y otra mano debajo de su parte posterior. Si lo sujetas por el medio apretarás sus órganos internos. Chillará para protestar. Sujétalo cerca de tu cuerpo porque las alturas le dan miedo.

Déjalo correr. Cómo cualquier otro animal, necesita ejercicio. Dándole tiempo para jugar fuera de su jaula, tu cerdo de Guinea se sentirá más cómodo en tu casa. Siéntate con él y déjale correr alrededor y olerte. Una vez que se de cuenta que tú no eres una amenaza, será más fácil que forme un vínculo contigo.

Sé paciente. Aunque a tu cerdo de Guinea le lleve un tiempo acostumbrarse a ti, una vez que esté cómodo, le encantará que lo levantes y los acaricies. Arrullará y ronroneará para llamar tu atención.

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