¿Cuáles con los peligros de alimentar a las abejas en invierno?

Los apicultores cuidan de una colmena.

Jupiterimages/BananaStock/Getty Images

En invierno, las abejas se agrupan en los niveles inferiores de sus colmenas, en un estado relativamente inactivo. Idealmente, deberían tener almacenada suficiente miel y polen para alimentarse. Sin embargo, según el U.S. Department of Agriculture (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), la inanición es una razón importante para la pérdida de abejas que sobreviven al invierno. Los apicultores por lo tanto a veces dan a sus abejas una alimentación de invierno a base de jarabe o azúcar seco. Hay peligros asociados con la alimentación en invierno, pero con cuidado, los apicultores pueden evitar estos y mantener una colmena sana.

Comederos abiertos

Algunos apicultores utilizan comederos abiertos, como tambores de jarabe colocados cerca de la colmena, para administrar una comida de invierno. Las abejas deben tener suficiente tiempo para tomar la comida en la colmena antes de que llegue el frío. Si no, existe el peligro de que las abejas se mueran de hambre porque no pueden volar lejos en condiciones de helada. Los alimentadores abiertos también pueden llevar a tener enfermedades y parásitos para difundir entre las colonias de abejas.

Comederos de colmena

Algunos apicultores utilizan comederos colocados encima, o dentro, de la colmena para administrar comida en invierno. Sin embargo, las abejas pueden fracasar simplemente a la hora de registrar la presencia de la comida. Escrito en "Bee Culture" (Cultura de Abejas) la revista de apicultura estadounidense, James E. Tew experto explica "las abejas no tienen ninguna manera obvia de transmitir la información" acerca de esta fuente de alimento y pueden simplemente ignorarla en conjunto.

Escasez de polen

Las colonias de abejas deben consumir polen para mantenerse saludables y en particular para producir crías. Simplemente proporcionar un alimento de invierno de azúcar o jarabe puede no ser suficiente para satisfacer sus necesidades. Donde el polen ha escaseado durante el verano, tal vez debido a la sequía o al dominio de un solo cultivo que ha restringido a otras fuentes de polen, los apicultores deben considerar añadir un suplemento de proteína a sus comidas.

Sobrealimentación

Después de consumir su alimento de invierno, las abejas hacen "vuelos de limpieza" para deshacerse de la materia fecal. Si proporcionas demasiada cantidad de alimentos, las abejas podrían hacer demasiados vuelos de limpieza en climas fríos, agotando su energía. El hambre puede seguir. Con una balanza de pesaje una colmena puede ayudar el apicultor a juzgar si contiene cantidad suficiente de alimentos. El experto en abejas Tew estima que una colmena de dos pisos preparada para el invierno debe pesar entre 165 y 185 libras (74 y 83 kilogramos).

Ladrones

Si el jarabe se fuga cerca o dentro de la colmena, puede atraer a avispas depredadoras y a otros seres que robarán la colmena de sus provisiones. Algunos de estos ladrones también propagan enfermedades fatales a las abejas. Los apicultores pueden minimizar estos riesgos limpiando el derrame de jarabe y bloqueando la entrada de la colmena, dejando sólo un pequeño espacio de alrededor 3/4 de pulgada (1,90 centímetros) para que las abejas pueden salir para realizas los vuelos de limpieza.

Comidas medicadas

Los apicultores a menudo agregan medicamentos comerciales a sus alimentos para controlar la propagación de las plagas y las enfermedades. Un Government of Alberta Agriculture and Rural Development (Gobierno de Alberta de Agricultura y Desarrollo Rural) informa que la "Miel de las Abejas y Winterkill" advierte que la administración incorrectamente de esos aditivos pueden causar "efectos altamente mortales y subletales". El informe aconseja a los apicultores que eviten estos peligros siguiendo las instrucciones de la etiqueta del producto. También aconseja a los apicultores que protejan los alimentos medicados por exposición al sol, para evitar su deterioro.

Buscar comida

Cuando los apicultores suministran comida extra a una colmena en climas fríos, esto puede estimular a las abejas a salir de la colmena e ir a buscar más, según el apicultor británico Dawn Yates. Las abejas pierden energía rápidamente y se agotan. Yates sugiere que los apicultores minimicen el peligro mediante la administración de alimentos artificiales por la noche porque las abejas no volarán al anochecer.

Ahogamiento

Los alimentadores que permiten acceso directo a una piscina de jarabe a las abejas pueden resultar en que las abejas caigan en el líquido y se ahoguen. Para minimizar este peligro, los apicultores a menudo añaden grava, paja o incluso virutas de poliestireno al alimentador. Estas medidas dan a las abejas un lugar seguro en el que estar mientras se alimentan.

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