¿La lechuga causa gases?

Escrito por Beverly Bird ; August 24, 2017
Jupiterimages/Creatas/Getty Images

La lechuga es un alimento que generalmente no está asociado con la flatulencia, pero si tienes un sistema digestivo delicado, la lechuga tiene varias propiedades que podrían causar un problema cuando interactúa con las bacterias que hay en tu colon. Puedes mitigar esto evitando comer grandes cantidades de una vez.

Digestión

La lechuga generalmente es un alimento fácilmente digerible debido a su alto contenido de agua, pero cualquier alimento puede producir dióxido de carbono, hidrógeno y metano a medida que tu sistema lo descompone en partículas lo suficientemente pequeñas para pasar por tu sangre. Esto puede iniciar un problema porque esos gases deben escapar de alguna manera de tu cuerpo, ya sea a través de eructos o flatulencia.

Contenido de carbohidratos

La lechuga es relativamente baja en carbohidratos. Una taza de lechuga repollada tiene menos de 2 g. Pero los carbonos son la causa principal de los gases y el sitio web MayoClinic.com indica que la lechuga podría hacer que algunos individuos tengan un problema debido a su contenido de carbono. Una vez que la lechuga llega a tu colon, se encuentra con las bacterias. Éstas prefieren los carbonos sobre otras fuentes de sustento. A medida que las bacterias descomponen el contenido de carbono de la lechuga, aparece la fermentación. Este proceso de fermentación crea más hidrógeno, así como también más gas metano.

Contenido de fibra

La lechuga es también una fuente de fibra que tu cuerpo puede no digerir completamente. La fibra pasa por tu sistema de forma intacta. Esto también causa gases cuando las fibras llegan a tu colon debido a la reacción de las bacterias frente a partículas no digeridas. La lechuga romana es la que más contenido de fibra posee, con alrededor de 1,2 g por taza. La lechuga repollada es la que menos tiene, con sólo 0,7 g por la misma medida.

Consejos

Según el Hospital de Brigham y Women, la persona promedio pasa gases hasta 25 veces al día, pero puedes hacer cosas para prevenir un exceso de ocurrencia de gases. Mastica la lechuga lo más posible antes de tragarla de forma que el tracto digestivo no tenga que hacer mucho trabajo para descomponerla. Esto puede afectar la cantidad de gas producido. El Hospital de Brigham y Women recomienda que tampoco la mastiques demasiado. Una taza de lechuga probablemente no te afecte, pero si comes durante la cena una ensalada con el triple de cantidad de lechuga, tu sistema probablemente reaccionará.

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