Los primeros dos años: aprendiendo a confiar

Los primeros dos años de vida corresponden a la etapa de crianza, durante el cual el bebé desarrolla un lazo de seguridad y confianza. Socialmente, un bebé comienza a reconocer el rostro de su madre alrededor del cuarto al sexto mes de edad. Al séptimo mes, el bebé aprende los primeros juegos sociales, como aplaudir y aprender como dar y recibir objetos. Después del noveno mes, comienza a distinguir los rostros familiares de los desconocidos. Desde el primer o segundo año, los bebés expresan una variedad más amplia de emociones. Cuando los niños comienzan a decir sus primeras palabras, por lo general comienzan a comunicarse e interactuar con otros.

La revolución de los dos años: desarrollando la voluntad

Los niños de dos años están entusiasmados por el sentido de control recién descubierto. Esta etapa está llena de cambios de humor rápidos, obstinación, berrinches y negativismo de querer hacer las cosas a su manera. También es una etapa de apego a los padres, ya que muchos niños pequeños pasan por lo que se conoce como ansiedad por separación. Cuando se aproxima su tercer cumpleaños, comienzan a socializar con sus pares y se identifican con el padre del mismo sexo.

Los años de preescolar: la etapa de jugar

Los años preescolares (de los 3 a 5 años) son la "etapa del juego". En esta etapa, los niños amplían su vida social, jugando con otros niños mientras aprenden a cooperar con sus compañeros. Los preescolares comienzan a ser competitivos y se enorgullecen de sus logros. La fantasía es una parte principal de su juego. Sin embargo, también es una etapa en la que pueden desarrollar miedos, como el miedo a la oscuridad.

Años escolares: Competencia

El periodo escolar (de los 6 a los 12 años) es una transición del juego de fantasía y de forma libre a los juegos y deportes grupales. Durante esta etapa, los niños comienzan a sentir culpa por la toma de decisiones erradas. Aprenden reglas sobre cómo relacionarse con otros, así como reglas de juegos de mesa y de exclusión e inclusión. Un niño saludable en esta etapa debería ser capaz de expresar emociones. Alrededor de los 5 años, los niños aprenden a compartir y guardar secretos. Los niños de 7 y 8 años comienzan a tener más conciencia de sus pensamientos y sentimientos privados. Comienzan a compararse con sus pares y están preocupados por sus capacidades.

La adolescencia: en busca de identidad

Por lo general la adolescencia es una etapa turbulenta cuando los niños quieren libertad de sus padres, aunque aún dependen de ellos. La aprobación de sus pares pasa a ser más importante que complacer a sus padres. Están un torbellino de emociones mientras tratan de encontrar su propia identidad. SI bien algunas veces actúan como adultos, otras vuelven a ser niños. Aunque usualmente la adolescencia comienza de una forma tormentosa, las relaciones tienden a mejorar, mientras los adolescentes de 14 a 16 años tratan de tener libertades y responsabilidades de adultos, como conducir. Al acercarse el fin de la secundaria, ya deberían tener más habilidad en el aspecto social y en la resolución de conflictos.