¿Se pueden cubrir las rejillas de retorno de aire frío de la calefacción?

Rejilla de ventilación.

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Los sistemas de calefacción por ventilación forzada poseen dos circuitos principales para la circulación del aire. El aire caliente sale por las rejillas ubicadas en las paredes o el suelo y poseen un detentor para controlar el flujo del aire. Las rejillas de retorno para el aire frío, también ubicadas en las paredes o el suelo, son iguales a las de aire caliente, excepto que no poseen un detentor. Debido a que, en apariencia, las rejillas de aire frío no hacen nada, mucha gente se pregunta si puede taparlas.

Las rejillas de retorno

Una caldera de calefacción calienta el aire y lo envía a través de los conductos de ventilación a través de la casa. Para poder funcionar correctamente, estas calderas requieren un suministro de aire que puedan calentar para calefaccionar la casa. Las aberturas de los conductos de aire frío se ubican en el suelo y están cubiertos por rejillas decorativas. Funcionan por el principio físico de que el aire caliente se eleva y el aire frío cae. Básicamente, el aire frío de tu casa cae en la caldera a través de los conductos de aire frío. La caldera entonces calienta el aire frío hasta la temperatura indicada por el termostato y lo distribuye por los conductos de ventilación a través de tu hogar.

Si estás pensando si puedes cubrir los rejillas de los conductos de aire frío, técnicamente puedes hacerlo, pero no deberías.

Los efectos de cubrir las rejillas de retorno de aire frío

Si cubres las rejillas de retorno del aire frío, la caldera no puede respirar. Cuando esto sucede, tiene que trabajar más esforzadamente para proveer el aire caliente. Esto reduce mucho su eficiencia. La caldera tendrá que encenderse de forma más seguida para poder calentar el aire de la casa y esto se traducirá en un aumento de tus gastos en calefacción.

Otro efecto de cubrir las rejillas de retorno del aire frío es que la caldera, al no poseer un flujo constante de aire, produce una especie de vació en la casa. Esto genera un ambiente "pesado" que no es placentero para la mayoría de las personas y muy incomodo para aquellos cuyos oídos son sensibles a los cambios de presión.

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