Recolecta aceitunas completamente maduras entre septiembre y mediados de noviembre. Para esa época, estarán de color oscuro, pero no negras, y rellenas cuando estén completamente maduras.

Remueve los carozos de la pulpa de las semillas. Puedes usar un pisapuré para macerar la pulpa y retirarle los carozos.

Lava los carozos completamente para remover cualquier resto de pulpa. Colócalos uno al lado del otro en toallas de papel para dejarlos secar por cerca de 12 horas.

Llena macetas de 1 galón con suficiente abono para macetas; hasta alrededor de 1 pulgada cerca de su borde.

Coloca las macetas en un lugar que sea cálido, entre 75 y 80 grados Fahrenheit. Si no puedes proveer un ambiente cálido puedes colocar las macetas afuera donde no sean perturbadas. Sin embargo, la germinación en exteriores puede requerir de una gran cantidad de tiempo.

Rompe la corteza de cada carozo de las aceitunas usando un cascanueces o un torno manual. Esto disminuye la cantidad de tiempo para la germinación. Luego deja en remojo las semillas por cerca de 24 horas en un recipiente de agua.

Coloca los carozos de las aceitunas dentro de de una bolsa que contenga entre 1 y 2 tazas de arena húmeda. Ponla en un refrigerador para un tratamiento previo apropiado. La temperatura debería estar entre 35 y 40 grados Fahrenheit. Deja la bolsa en el refrigerador por 30 días.

Crea dos hoyos de 3/8 de pulgada de propfundidad en cada maceta de 1 galón. Puedes usar un palillo o un lápiz para hacer los hoyos.

Planta una semilla de aceituna en cada uno de los hoyos. Cubre las semillas con cerca de 3/8 de pulgada de abono para plantación.

Riega las macetas tan seguido como se requiera para mantener una humedad consistente y pareja. No permitas que el abono se seque del todo durante el período de germinación, el cual es entre uno y tres meses si el rango de temperatura está entre 75 y 80 grados Fahrenheit. De otro modo, puede tomar tanto como 18 meses para que las semillas germinen.