Combustión adecuada

Un calentador de gas con una combustión adecuada debe producir una llama de color azul clara y constante. Este color es resultado directo de la composición química del gas natural. Cuando este gas es refinado a un estado gaseoso, el propano, pentano, butano y otros hidrocarburos son esencialmente eliminados, quedando el metano para la combustión. Debido a que el metano tiene una composición de carbono muy baja, su combustión produce niveles muy bajos de emisiones de carbono. La llama azul es el producto de la combustión completa de carbono. El propano, un derivado del gas natural, también presenta un color azul, pero puede tener un matiz amarillo en la punta de la llama.

Combustión incorrecta

Las encantadoras llamas amarillas y anaranjadas comúnmente disfrutadas en las fogatas de los campamentos pueden ser una señal de problemas en tu calentador. Una llama vacilante de color amarillo o naranja es un indicador de que tu calentador no está funcionando correctamente, lo que podría deberse a una obstrucción en el quemador que impide la mezcla adecuada de aire y gas que se necesita para que haya una combustión eficiente. Si observas una llama amarilla en tu calentador, llama inmediatamente a un profesional, ya que tu horno podría estar emitiendo monóxido de carbono potencialmente peligroso.

Peligros

Un calentador de gas ineficiente no sólo puede costar dinero, sino que puede representar una amenaza grave para tu salud y la de tu familia. Mientras se encuentra en su estado natural, el gas natural es esencialmente inodoro. Sin embargo, los fabricantes lo mezclan con un producto químico conocido como mercaptano por razones de seguridad. El mercaptano produce el olor a huevo podrido que siempre se asocia a una fuga de gas. Si tu calentador presenta una llama de color amarillo o si notas un olor a huevo podrido, se trata de indicadores de que podrías estar expuesto a niveles peligrosos de monóxido de carbono, lo que puede causar envenenamiento con síntomas que incluyen náuseas, mareos, pérdida de conciencia y, en casos extremos, la muerte.

Precauciones

Tu mejor defensa contra una posible fuga de monóxido de carbono es el mantenimiento preventivo. A diferencia de la estufa de tu cocina, es probable que no notes o revises la llama en tu calentador de forma rutinaria. Haz que éste y otros aparatos de gas sean revisados por un profesional una vez al año. Limpia tus filtros y agrega el calentador a la lista de control de seguridad de tu hogar. Examina la llama del calentador cuando lleves a cabo la verificación mensual de las baterías de tus alarmas para fuego y para monóxido de carbono.