Derechos legales de un joven de 18 años de edad

Si acabas de cumplir 18 años, tienes el derecho de votar.

Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

Cumplir 18 años puede ser un momento emocionante. Estás dejando atrás tu vida como niño y convirtiéndote en un adulto. Si vives en los Estados Unidos, los 18 años marcan tu primer día como un adulto legalmente. Ser una persona mayor puede venir con nuevos derechos, así como con un montón de nuevas responsabilidades.

Ventajas de tener 18 años

Uno de los beneficios de tener 18 años es que puedes votar. Ponte en contacto con la ciudad o el condado donde vives para solicitar una tarjeta de registro de votantes y así estar listo para votar en las próximas elecciones. Otra ventaja es la capacidad de tomar tus propias decisiones. Si tienes un trabajo e ingresos, puedes mudarte de la casa de tus padres y vivir por tu cuenta. También puedes hacer cosas como elegir una universidad en otro estado. Asimismo, también puedes jugar a la lotería.

No todo es juego y diversión

Una vez que tienes 18 años, lo más importante es seguir todas las leyes en todo momento. Si te metes en problemas con la policía, puedes ser arrestado y juzgado como un adulto. Las sanciones penales para los adultos son por lo general mucho más graves que los castigos para menores. También puedes ser llamado para servir como jurado ya que eres mayor de edad.

Decisiones graves

A los 18 años de edad, puedes tomar decisiones para cambiar tu vida sin el consentimiento de tus padres. Un ejemplo de ello es que puedes optar por unirte al ejército. Asimismo, tienes que decidir si vas a obtener una educación mientras sirves en el ejército o después de haber realizado tu servicio militar. También necesitas sentirte cómodo con el hecho de que podrías ser enviado al extranjero para combatir en una zona de guerra. Otro elemento es que puedes casarte con tu novia de la secundaria y nadie podrá detenerlos, asumiendo que tu novia tenga la edad legal también.

Todavía tienes que seguir las reglas

Si tienes 18 años y sigues viviendo en la casa de tus padres, no estás por encima de las reglas. El hecho de que la ley te permite hacer ciertas cosas no quiere decir que puedes comportarte como quieras en la casa de tus padres. Tus padres son dueños de la propiedad y ya no están obligados por ley a tenerte en la casa, ya que ahora eres considerado como un adulto. Es beneficioso sentarte y hablar con tus padres para elaborar un conjunto de reglas con los que ambos se sientan cómodos.

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