Desarrollo y temperatura del tomate

Los tomates son vegetales de clima cálido que no toleran incluso heladas leves.

Martin Poole/Digital Vision/Getty Images

Puedes comenzar a plantar tomates en tu jardín, o comprar una planta de semillero en un vivero local. En ambos casos, puedes ver madurar tus plantas de tomate en el jardín de tu casa. El ritmo de crecimiento y desarrollo de la planta de tomate está muy relacionado a la temperatura y a las condiciones generales de crecimiento de las plantas. Los tomates son vegetales que crecen en clima cálido, preferentemente soleado y seco.

Tolerancia a las heladas

Los tomates son vegetales de clima cálido, que no tienen tolerancia incluso a heladas leves. Estas plantas no sobreviven a temperaturas por debajo de los 50 grados Farenheit (10 grados Celsius). El rango de temperatura óptima para las mismas se encuentra entre los 75 y los 85 grados Farenheit (entre 24 y 29,5 grados Celsius). Los tomates en condiciones de mucho frío o humedad no prosperarán, y serán más susceptibles a infectarse y pudrirse.

Germinación

La germinación es el primer paso para el desarrollo de la planta de tomate. Es el período durante el cual la semilla de tomate se vuelve activa y produce las primeras raíces y brotes de la planta. La semilla no germinará a temperaturas por debajo de los 50 grados Farenheit (10 grados Celsius). La temperatura óptima para la germinación se encuentra entre los 75 y los 80 grados Farenheit (entre 24 y 27 grados Celsius). La semilla de tomate requiere luz y humedad para germinar. Con las temperaturas óptimas de germinación, llevará de cinco a siete días para que brote la planta de semillero.

Crecimiento de la planta de semillero

El desarrollo de la planta de semillero ocurre tan pronto como se hace visible el cotiledóneo. El cotiledóneo es una parte de la semilla/embrión, y provee nutrición para la planta de tomate inmadura a través de la fotosíntesis. Durante este tiempo, la planta de tomate debe recibir al menos seis horas diarias de luz solar, y debe mantenerse cálida y húmeda. La temperatura óptima para el desarrollo se encuentra entre los 75 y los 85 grados Farenheit (entre 24 y 29,5 grados Celsius), aunque la planta se desarrolle a temperaturas más frías, será a un ritmo menor. El cotiledóneo aparecerá entre los tres a los cinco días después de la plantación en condiciones óptimas de crecimiento. La planta desarrollará sus primeras hojas verdaderas entre las dos y tres semanas de germinación. En este punto, la planta tendrá 2 pulgadas (5 cm) de altura, y crecerá aproximadamente 1 pulgada (2,5 cm) cada una o dos semanas.

Cosecha

Dependiendo del tipo de planta de tomate (si es una planta determinada o indeterminada) tu planta podrá producir todos sus frutos en tres semanas. Esto significa que todos los frutos maduran y necesitan ser cosechados en un período de tres semanas. Las plantas determinadas son cultivadas como plantas inmaduras de tomate, lo que quiere decir que la cosecha puede tener lugar a los 60 días o menos desde la fecha de trasplante. Para una planta indeterminada, la cosecha y la poda regular estimularán a la planta a seguir produciendo frutos durante toda la temporada de crecimiento. Las plantas indeterminadas de tomate necesitan generalmente entre 70 y 80 días después del trasplante antes de que el fruto esté listo para cosechar.

Las temperaturas cálidas son mejores para producir tomates maduros en forma pareja. Sin embargo, en el clima más frío al final de la temporada de crecimiento, cuelga la planta de tomate hacia abajo con la fruta aún adherida para seguir estimulando la maduración de los tomates verdes. Las temperaturas por debajo de los 50 grados Farenheit (10 grados Celsius) o una helada leve dañará a los tomates, más allá de que hayan madurado o no.

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