Describe el tipo de fósiles

Los fósiles vienen en cuatro tipos generales.

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Junto con la genética, los fósiles son una de las ventanas más útiles que tenemos hacia la historia natural de la vida en la Tierra. Esencialmente, un fósil es un registro de un organismo, mostrando el tamaño, forma y textura de las diferentes partes del cuerpo. Los ejemplos comunes de fósiles incluyen dientes, piel, nidos, estiércol y huellas. Sin embargo, no todos los fósiles se forman de la misma manera. Hay cuatro tipos principales, todos formados de diferentes maneras, que son conducentes a preservar diferentes tipos de organismos. Estos son fósiles moldes, fósiles de fundición, fósiles de seguimiento, y fósiles de forma verdadera.

Moldes

Un fósil molde es una impresión fosilizada hecha en un sustrato. Este es la roca o sedimento en el cual el fósil hace su marca. A diferencia de los fósiles de fundición, los de molde son huecos. Debido a la manera en que se forman estos fósiles, la imagen resultante es un negativo de la parte del organismo que hizo la impresión. En otras palabras, está al revés. Los fósiles de molde comunes incluyen piel, hojas, dientes, garras y embriones.

Fundición

Los fósiles de fundición son como los fósiles de molde en que están formados, al menos en parte, con una impresión hecha en una roca o sedimento. Sin embargo, los fósiles de fundición van un paso más adelante. Una vez que el molde hueco está presente, son llenados luego con minerales que más tarde se endurecen para formar roca sólida. En otras palabras, los fósiles de molde toman espacio negativo y los de fundición toman espacio positivo. Estos últimos también incluyen piel, hojas, dientes, garras y embriones.

Seguimiento

Los fósiles de seguimiento, también llamados icnofósiles, no contienen información sobre el organismo. En vez de eso, contienen información de las huellas dejadas por el organismo. Los ejemplos más comunes incluyen madrigueras, nidos, huellas, estiércoles y marcas de dientes. Estos son los tipos de fósiles más comunes, y a veces pueden ofrecer más información sobre cómo vivió el organismo (por ejemplo: cómo cazaba y cómo descansaba) que las partes fosilizadas del cuerpo.

Forma verdadera

Los fósiles de forma verdadera son partes grandes del cuerpo de un organismo que ha sido reemplazada por minerales. Estos son formados por un proceso llamado petrificación. Los ejemplos comunes de estos fósiles incluyen extremidades, torsos, dedos y cabezas. A diferencia de los fósiles moldes y de fundición, no son formados mediante una impresión. En vez de eso, la parte del organismo es desplazada por minerales que se endurecen para convertirse en roca.

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