Cómo describir a un personaje imaginario

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Jupiterimages/Pixland/Getty Images

Hay varias formas de introducir un personaje de ficción. A muchas autoras les encanta describir a su protagonista con todo detalle, hasta el tipo de medias que está usando. Los escritores masculinos tienden a señalar ojos férreos, construcciones atléticas, mandíbulas cuadradas, nariz romana, manos fuertes y ásperas, etc.

Todo lo anterior es genial y logra dar al personaje una buena medida de realidad. La clave está en cómo se maneja la descripción.

Dile al público el aspecto de tus personajes, cómo van y cómo se visten.

Precaución: no lo hagas todo a la vez. Dar todos los detalles del personaje al lector es algo que les puede llevar a la distracción.

Ejemplos:

1. Charles parecía genial en su traje gris hecho a medida y mocasines de cuero negro italiano. Su camisa entallada, blanca y con monograma complementa la corbata Borgoña importada de seda, con su broche de oro que hace juego con sus gemelos caros. Cada uno tenía un pequeño diamante en el centro.

2. Los rizos castaños de Paula caían sobre sus hombros para contrastar su suéter de Navidad verde, cosido con cable. Sus ojos azul profundo estaban realzados por el contraste de su falda plisada y tacones de cuatro pulgadas (10 cm) de charol rojo.

Las descripciones de los dos personajes anteriores dan una idea clara de qué aspecto tienen sin duda. Sin embargo, la historia se detiene mientras que el lector considera todos los detalles. Es mucho mejor describir cada personaje a medida que avanza la historia.

Ejemplo:

Carlos entró en el salón y reconoció a Paula inmediatamente. Sus largas piernas y tacones brillantes y rojos atrajeron su atención. Él se desabrochó la chaqueta de su traje gris de encargo, sonrió y caminó hacia ella.

Paula nuevamente se había sentado en la cabina y se quitó sus rizos largos del hombro de su suéter de Navidad verde. Ella notó el destello de los gemelos de oro y sonrió. Carlos siempre iba bien vestido. Ella ajustó su falda roja y cruzó las piernas.

Carlos ajustó su pajarita Borgoña, un hábito irrompible. Se deslizó en la cabina y la besó.

Estudia los ejemplos anteriores y evalúa las diferencias.

En las dos primeras escenas, los personajes se presentan como ilustraciones de moda en la exposición de un diseñador de Nueva York. No hay "vida" en la descripción. Sí, el lector obtiene un indicio de qué tipo de personas son los personajes, pero la historia se detiene para permitir que la audiencia admire la ropa y la posición sugerida que los personajes tienen en la sociedad.

El segundo ejemplo funciona mejor para avanzar la historia. El público se entera de que las dos personas se conocen, ambos son adinerados y es Navidad.

Crea un esquema dinámico de tus personajes principales. Decide qué aspecto tienen e incluye todas sus características físicas. Si pertenecen a la alta sociedad, vivirán de manera diferente a los obreros o los ladrones de vehículos. Todo ello determina cómo se visten o se comportan en público o en privado.

Esto no es un ejercicio de creación de personajes, es el proceso por el cual se introducen personajes ya creados.