Frutillas en el jardín

Cuida frutillas por su fruta o como una cubierta de suelo decorativa. Las plantas salvajes de frutillas pueden tolerar la sombra y la luz solar. Como cobertora del suelo, las frutillas crean un cubrimiento tupido color verde oscuro y produce pequeñas flores blancas en primavera. Las pequeñas frutas son dulces y comestibles. Cosechar frutillas para obtener la fruta requiere un lugar en el que el sol de por completo para una mejor producción y desarrollo.

Sistema de raices de las frutillas

Las plantas de frutilla crecen entre 3 y 12 pulgadas (7,62 cm y 30,48 cm) de alto. Las raíces de la planta principal desarrollan estolones que crecen a lo largo de la superficie del suelo o debajo de este. Al final de una raíz de estolón, se desarrolla una nueva planta. Una simple planta de frutillas puede desarrollar entre 30 y 50 estolones y nuevas plantas en una temporada de crecimiento, de acuerdo a la Extensión de la Universidad del Estado de Oklahoma. Puedes desenterrar las nuevas plantas pequeñas y trasplantarlas. Las frutillas se trasplantan muy bien. También puedes desenterrar las plantas maduras si quieres moverlas a un lugar nuevo.

Transplantar frutillas

Como con la mayoría de las plantas herbáceas perennes de primavera, esta estación del año brinda las mejores condiciones para trasplantar y dividir las frutillas. Desentierra las frutillas al principio de la estación luego de que el suelo se descongele y los primeros brotes comiencen a surgir. En zonas con inviernos leves sin heladas, trasplanta las frutillas en el invierno o al principio de la primavera. Corta los estolones de las raíces entre las plantas con una pala afilada. Desliza la pala debajo de la planta de frutillas y levántala del suelo. Mantén las raíces húmedas y protegidas de la luz del sol durante el trasplante.

Volver a plantar frutillas

Replanta las frutillas en un lugar en el jardín que tengas preparado. Las plantas de frutillas crecen bien en el suelo profundo y con buen drenaje, y con mucho contenido de materia orgánica. Coloca las plantas en el suelo para que la base de las hojas, conocido como corona, tenga el mismo nivel de la línea del suelo. Golpea suavemente la tierra que rodea la planta. Si plantas las frutillas muy profundo, es posible que la corona se rompa, y muera la planta. Moja el suelo a unas 12 pulgadas (30,48 cm) de profundidad luego del trasplante. También, puedes plantar las frutillas en macetas llenas con tierra con abono. Escoge una maceta que sea 1 o 2 pulgadas (2,54 cm o 5,08 cm) más grande que la tierra que rodea la raíz.