Cómo deshidratar queso en casa

Deshidratar queso en casa es una manera sana de guardar queso.

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La deshidratación o secado de queso es una buena forma de almacenar y utilizar el queso a largo plazo. En lugar de comprar queso deshidratado o rallado comercialmente preparado que puede contener otros aditivos, puedes preparar queso deshidratado en casa fácilmente. Puedes rallar el queso deshidratado y utilizarlo como condimento suave sobre alimentos preparados como ensaladas, palomitas de maíz, pollo y pescado, para prestar un delicioso sabor a queso.

Step 1

Utiliza quesos duros, como queso cheddar para la deshidratación. Este queso tiene menos humedad y menos grasa en comparación con los quesos blandos. Corta el queso en varios trozos más pequeños, ya que las rebanadas más delgadas se deshidratan mucho más rápidamente que las más gruesas. También puedes utilizar un rallador o procesador de alimentos para rallar el queso.

Step 2

Cubre tus bandejas deshidratadoras con toallas de papel gruesas para que absorban cualquier aceite que emane de los quesos. Esparce una capa única del queso en rebanadas o rallado sobre las bandejas cubiertas con una toalla de papel.

Step 3

Enciende el deshidratador y coloca el ajuste de temperatura para el queso mencionado en el usuario manual. Usa una espátula para voltear el queso a intervalos regulares, para que se cocine uniformemente. Lo ideal es que el deshidratador se debe fijar a una baja temperatura de alrededor de 135 grados Fahrenheit (57 grados Celsius) para los quesos.

Step 4

Prueba el queso para comprobar el punto de cocción. El queso deshidratado debe estar completamente seco y debe tener un tono o dos más oscuro de lo que era antes de la deshidratación. Deja que el queso deshidratado se enfríe.

Step 5

Ralla el queso deshidratado en un procesador de alimentos o guárdelo en un envase hermético o bolsa de congelador. Esto evita que la humedad reduzca la vida útil del queso deshidratado.

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