Desventajas del dinero electrónico para los consumidores

Las tarjetas de débito son convenientes pero hay algunas desventajas con respecto a su uso.

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El uso del dinero electrónico, o e-moneda, se ha convertido en algo tan común como cualquier otra forma de banca. Mucha gente habla de las ventajas de utilizar esta forma de moneda, pero no mucha gente parece estar pensando en las desventajas del sistema. Hay muchos puntos clave en los que el consumidor podría estar mejor usando la moneda antigua.

La interrupción eléctrica

El uso del dinero electrónico requiere, en su núcleo, el acceso a la electricidad. Necesitas electricidad para hacer funcionar las máquinas que leen las trajetas, electricidad para que las computadoras de las redes bancarias verifiquen tu información, y electricidad para que los cajeros automáticos dispensen dinero en efectivo. Un corte de energía en cualquier punto cortará el acceso a los fondos. En el caso de que ocurra un desastre u apagón, los que dependen del dinero electrónico estarán en grave desventaja porque no habrá ninguna manera de verificar que no tienen nada de dinero disponible.

Placer criminal

Una de las "ventajas" que los bancos tratan de vender en lo que se refiere al dinero electrónico es que no necesitas llevar dinero en efectivo. Esto se presenta en una luz positiva, como si fuera para tu protección, pero la realidad es que hay otra cara de la moneda. Si utilizas dinero en efectivo y tu cartera es robada, los ladrones sólo tendrán acceso a tanto dinero en efectivo como el que elijas llevar contigo. Si te roban una tarjeta de débito, los ladrones tendrán acceso a la totalidad de tu saldo bancario. En algunos casos, las pérdidas están cubiertas por el seguro de titular de la tarjeta, pero eso no siempre es así y muchas personas son vulnerables a la pérdida si su tarjeta se pierde o es robada.

Multa por acceso a efectivo

Con muchos de los sistemas de dinero electrónico, la única forma de acceder a la moneda real es usar una tarjeta de débito en un cajero automático. Esto da lugar a dos tasas que se cobran a tu cuenta. Hay una tarifa de transacción de cajero automático que cobra el banco al que pertenece el cajero automático que utilizas, y hay una segunda comisión que te cobra la compañía que administra tu cuenta de dinero electrónico. Esto se traduce en última instancia en los consumidores que pagan una cuota financiera, o una multa, si se quiere, por acceder a tu propio dinero. Imagina a alguien que utiliza dinero efectivo que paga US$1 cada vez que abre su billetera. Tan loco como suena, eso es lo que muchos consumidores hacen cuando utilizan tarjetas de dinero electrónico en el cajero automático.

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