Hemorragias nasales después de hacer ejercicio

Las hemorragias nasales luego de correr o hacer deportes son comunes.
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Durante el ejercicio, el corazón bombea la sangre por todo el cuerpo a un ritmo mayor ya que los músculos requieren oxígeno extra. Algunos de los lugares por los que la sangre fluye son los pequeños capilares dentro de la nariz. No se necesita mucho para dañar estos capilares. Si eres generalmente sensible a las hemorragias nasales, puedes encontrar que experimentarás muchos más hemorragias nasales después de hacer ejercicio.

Hemorragias nasales

Una hemorragia nasal se produce cuando los pequeños vasos sanguíneos en el revestimiento interno suave de la nariz se rompen. Esta ruptura puede causar un ligero goteo de sangre o un chorro muy fuerte hasta que la herida se cierra. La mayoría de las hemorragias nasales paran en unos 10 minutos. Cuando tu cuerpo está caliente, la sangre tiende a fluir cerca de la superficie de la piel a través de los capilares. El calor generado durante el ejercicio, especialmente en un día caluroso, es suficiente para aumentar las probabilidades de una hemorragia nasal.

Condiciones secas

Correr en condiciones secas o respirando con dificultad por la nariz puede tomar algo de la humedad de la cavidad nasal. Las hemorragias nasales son más probables de ocurrir cuando está seco dentro de la nariz. Por lo tanto, frotarte la nariz o estornudar después del ejercicio, cuando los capilares están secos y sensibles, puede ser suficiente para desencadenar una hemorragia nasal. Mantenerte bien hidratado durante el ejercicio puede ayudar a mantener la garganta y la cavidad nasal húmedas. El Washington University Sinus Institute señala que las grandes alturas también pueden desempeñar un papel en las hemorragias nasales. Si es posible, opta por hacer ejercicio en un área de baja altitud. Por ejemplo, si vives en una zona montañosa, trota por el valle en lugar de la montaña.

Hipertensión y medicación

La presión arterial alta, o hipertensión, puede provocar hemorragias nasales en algunas situaciones. La hipertensión aumenta la presión dentro de los vasos sanguíneos. En combinación con el ejercicio, esto puede poner una gran tensión en las arterias, venas y capilares. La tensión puede ser lo suficientemente grande como para hacer que los vasos estallen en la nariz y causen una hemorragia nasal. Otro disparo posible es el uso de medicamentos anticoagulantes, como la warfarina. Esto puede aumentar el riesgo de hemorragias nasales en general y después del ejercicio en particular.

Consideraciones

Aunque raramente las hemorragias nasales requieren una visita al médico, en ciertas situaciones, la atención médica es necesaria. Si el sangrado por la nariz después del ejercicio es el resultado de un golpe en la cabeza, como después de un salto en el fútbol o el baloncesto durante la caída, entonces debes consultar a un médico de inmediato, de acuerdo con el American Institute for Preventive Medicine. Del mismo modo, si la hemorragia se da en la parte posterior de la nariz y corre hacia la garganta, consulta a un médico tan pronto como sea posible.

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