Identificación

En la Biblia se mencionan diferentes formas de sanidad. A menudo, Jesús sanaba a las personas con enfermedades físicas (Mateo 9:35). Jesús también sanó a personas que tenían demonios. Algunas situaciones relacionadas con demonios parecen sanidades físicas (posiblemente epilepsia), como en Mateo 17:14-20. Otras situaciones con demonios parecen sanidades emocionales, como en Marcos 5:1-20. La Biblia hace hincapié en el deseo de Dios de proveer sanidad emocional en Isaías 61, donde Él expresa su deseo de "vendar a los quebrantados de corazón" (versículo 1) y "consolar a todos los enlutados" (versículo 2).

Magnitud

Según lo que dice la Biblia, la sanidad no se limita solo a los individuos. La sanidad también tiene lugar en un grupo o en una sociedad. En Jeremías 8:21-22, Dios pregunta por qué no hubo medicina para las heridas de su pueblo. En Jeremías 33:6-7, Dios dice que sanará a su pueblo, hará volver a los cautivos y los restablecerá como al principio. Apocalipsis 22:2 habla de la "sanidad de las naciones". La sanidad puede ser mucho mayor que suplir las necesidades individuales.

Importancia

La Biblia identifica al don de sanidad como uno de los dones espirituales en 1 Corintios 12. Jesús sanó gente en repetidas ocasiones imponiendo sus manos sobre aquellos necesitados (Lucas 4:40). Jesús espera que hagamos lo mismo. En Juan 14:12, la Biblia registra que Jesús dijo: "El que en mí cree, las obras que yo hago él las hará también". Jesús continuó diciendo que haría aun cosas mayores de las que hizo, lo que implica que el don espiritual de sanidad es una de esas cosas (Juan 14:12).

Reflexiones

La Biblia menciona varias veces el poder de sanidad que tiene la palabra. Podemos usar nuestras palabras para sanar a los demás. En Proverbios, la Biblia menciona el poder de sanidad de la palabra: "la palabra de los sabios es medicina" (12:18); "la palabra apacible es árbol de vida" (15:4); "los dichos suaves son... medicina para los huesos" (16:24). Ya que nuestras palabras pueden llevar sanidad a los demás, la Biblia nos advierte en Santiago 3 que tengamos cautela respecto a la destrucción que también pueden traer nuestras palabras.

Beneficios

Según la Biblia, la sanidad glorifica a Dios y trae a su pueblo de vuelta a Él. En Juan 9, la Biblia comparte el recuento de la vez que Jesús sanó a un hombre que había nacido ciego. En el versículo 3, Jesús dijo que el hombre había nacido ciego para que "las obras de Dios se manifiesten en él". En Isaías 61:3, la Biblia comparte algunos de los beneficios de la sanidad, incluyendo el "gozo" y alegría. La sanidad de Dios finalmente resulta en "perpetuo gozo" (Isaías 61:7). Aquellos que han sido más quebrantados son quienes más pueden valorar el poder de sanidad de Dios.