Advertencia

El monóxido de carbono puede matarte antes de que sepas que está en tu hogar porque es imposible ver u oler los vapores, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental. La exposición aguda a altas concentraciones de monóxido de carbono da como resultado el desarrollo de carboxihemoglobina en la sangre, que inhibe la ingesta de oxígeno. Esto ocurre cuando el monóxido de carbono entra en los pulmones y se une químicamente a la homoglobina. El monóxido de carbono es recolectado por las células rojas de la sangre más rápido que el oxígeno, lo que hace imposible que el oxígeno se una a las células rojas sanguíneas cuando está presente. La hemoglobina es una proteína transportada por la células rojas que es normalmente responsable de transportar oxígeno a través del cuerpo. La hemoglobina no puede unirse al oxígeno si hay monóxido de carbono presente. Como resultado, el envío de oxígeno al corazón, cerebro y otros tejidos en el cuerpo se ve drásticamente reducido.

Fuentes

Una causa común del envenenamiento por monóxido de carbono en los hogares es que las personas dejan sus autos encendidos en la cochera, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental. Nunca debes dejar tu auto encendido en la cochera aunque la puerta esté abierta porque los vapores se pueden acumular extremadamente rápido. Algunas familias también cometen el error de usar hornos de gas para calentar su hogar, lo que también conduce a acumulación de monóxido de carbono en el interior. Otras fuentes de contaminación por monóxido de carbono son las parrillas de carbón, las secadoras de gas, las estufas de madera, los calentadores de agua de gas y los hornos de gasolina.

Prevención

Una forma de proteger a tu familia de la contaminación por monóxido de carbono es instalando un detector de monóxido de carbono en tu casa. Debes comprar un detector para cada piso de tu casa, de acuerdo con la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor. Tener un detector es importante, porque sin él, el monóxido de carbono es imposible de detectar.

Estadísticas

Más de 400 personas mueren por envenenamiento por monóxido de carbono cada año en Estados Unidos, de acuerdo con los CDC. Además, más de 20.000 personas visitan las salas de emergencia en todo el país cada año y 4000 son hospitalizadas.